Alimenta tu autoestima

La autoestima tiene que ver con cuánto nos queremos a nosotros mismos y la opinión que tenemos sobre quiénes somos y nuestra valía personal. Nuestra autoestima puede flojear en determinados momentos: cuando estamos bajas de ánimo, deprimidos o agotados. La buena noticia es que siempre estamos a tiempo para desarrollarla y que nos sirva en cualquier momento de nuestra vida.

Acciones para mejorar la autoestima:

- Comienza a pensar en ti misma como en tu mejor amigo: Piensa que tú eres la persona con la que más tiempo pasas cada día y tienes que tratarte como lo más importante que tienes. ¡No hay nadie más importante en tu vida! Por eso cuídate, quiérete y trátate bien.

- Acéptate: Todos tenemos puntos débiles y puntos fuertes. Comienza por aceptar todos ellos, tanto los buenos como los malos. Haz una lista de lo que más te gusta de ti y poténcialo al máximo, e intenta mejorar aquello que te gustaría cambiar, siempre que esté en tu mano y sin obsesionarte.

- No te compares con nadie: Por supuesto que es inevitable pensar en aquellas cosas que nos diferencian de los demás o admirar a alguien por tener ésta o aquélla cualidad. Pero es muy dañino hacerlo por costumbre, porque podríamos terminar fijándonos sólo en aspectos que nos hacen sentirnos inferiores o “peores”, dañando así nuestra autoestima.

- Ten siempre presente los recuerdos de éxito y los logros que hemos conseguido: Si estás pasando por un mal momento, esfuérzate en recordarlos y escríbelos para poder encontrarlos siempre que lo necesites.

- Céntrate en tu crecimiento personal: El ser humano está en constante crecimiento y nunca deja de aprender. Siempre podemos adquirir habilidades, mejorar aspectos concretos y ser mejores personas. Nunca es tarde para seguir creciendo.

- Elabora una lista de qué momentos son aquellos en los que te sientes realmente bien y reflexiona sobre

con qué frecuencia disfrutas de este tipo de placeres cotidianos. El objetivo de esta reflexión es que busques el modo de saborear esos instantes con más frecuencia.

- Evita posponer para otro momento mejor metas que te ilusionan y que te mantienen en la lucha constante entre el deseo y el miedo. Avanza en el camino hacia tus metas para darte cuenta de que muchos de los límites que te bloquean están en tu mente pero no en la realidad.

- Puedes hacerte un regalo. Comprarte un diario para estrenar un nuevo capítulo. Inicia la presentación de este diario como si fuese un cuento en el que tú eres protagonista de la aventura más maravillosa: la vida.

- Haz algo bueno por ti pero también, por los demás. La conexión emocional con tu entorno de confianza, el hecho de saber que formas parte de algo más grande que tu propio yo, te permite tomar conciencia de tu propio valor. Cuando haces algo bueno por los demás te das cuenta de que, con acciones sencillas puedes regalar mucha esperanza a aquellos que te rodean. - Existe una palabra que debes repetir con más frecuencia en tu diccionario emocional: gracias.

- Sonríe al mirarte en el espejo y contempla durante unos instantes cómo cambia tu rostro cuando estás serio y cómo brillas cuando sonríes.

La autoestima como sinónimo de amor propio es tener el firme propósito de evolucionar y desarrollarte plenamente.

¿A veces sientes que no te dedicas el tiempo suficiente?, ¿te exiges mucho?, ¿o eres de los que se abandona para dar prioridad a los ‘otros’?

Cuidado, no dejes que nada te aleje de un objetivo vital: sentirte bien contigo mismo. Recuerda que la autoestima depende de ti.

Empieza a trabajarla hoy.

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PSIC. CLÍNICA: ROSA MARIA BELTRAN SOTO. CONSULTORIO (667) 275-10-34. Cel: (667) 121-66-47.