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El Congreso tumba la moción de censura de Vox

La semana parlamentaria ha concluido con el fracaso de la segunda moción de censura de la ultraderecha. Han sido 201 noes emitidos por la mayoría de la Cámara frente a tan sólo 53 síes, los votos de Vox y de un exdiputado de Ciudadanos, además de la abstención cómplice de los diputados del PP. La candidatura de Ramón Tamames ha caído en saco roto mientras el proyecto reformista del Gobierno sigue adelante, “con más ganas que nunca de seguir avanzando, por la gente y con la gente”.

Una moción “destructiva, estrambótica, delirante”, tal como la ha definido el presidente del Gobierno en su intervención, en la que el líder de la ultraderecha, Santiago Abascal, “vuelve a tirar la piedra como hace dos años y medio”, ha recordado Pedro Sánchez para incidir en que, “entonces tuvo al menos el decoro de no esconder la mano, como hace esta vez, escudándose en otro candidato”. Sin embargo, en esta ocasión el presidente ha lamentado que lo haga porque “nadie le imagina a usted como presidente del Gobierno, así que prefiere que sea otro el que le haga el papelón”. es un partido más. Por decírselo con una analogía de su época parlamentaria: no es el PCE, no es el CDS, ni siquiera es heredero de Manuel Fraga y el Partido Popular. Quienes impulsan su moción de censura son los sucesores de Blas Piñar”, ha apuntado.

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“Su proyecto de país es la nada más absoluta”, le ha espetado el presidente al líder ultraderechista, para añadir que, esta iniciativa “es coherente con lo que ustedes representan: una moción destructiva que define a un partido que va contra la convivencia de los españoles y que se opone a los avances sociales, un partido que ha votado en contra de todo”.

Por todas estas razones Sánchez ha explicado que el objetivo de esta moción “no es darle la voz a la ciudadanía, es interrumpir la acción legítima de este Gobierno, que emana de las urnas”. Razón por la que ha retado a alguien a decir una sola cosa sustantiva que haya hecho la ultraderecha en estos años en favor de la convivencia en nuestro país. Un reto imposible de cumplir, tal como ha demostrado la evidencia: “en las calles, agitación; en las tribunas, bronca e insultos; en el Parlamento, dos mociones de censura estériles, y en todas partes, odio”. Pero además, les ha afeado “su mala relación con el feminismo y la diversidad sexual; una pésima relación con la inmigración y el pluralismo democrático, y una relación aún peor con la verdad”.

“Hoy es un buen día para decirlo alto y claro: a quienes dicen sí a esta moción de censura o a quienes se abstienen, que el apocalipsis no ha llegado ni se le espera”, ha recordado Pedro Sánchez.

Por otro lado, el presidente se ha dirigido al candidato Tamames para transmitirle que prestarse a ser el candidato de un partido como Vox, “no ha sido la mejor idea que ha tenido en su vida”. “Vox no

El fracaso de la moción de censura de Vox ha puesto el broche final a la semana parlamentaria en el Congreso. La candidatura de Ramón Tamames parecía desde su inicio la crónica anunciada de un fiasco, pero además, la ultraderecha ha confirmado hasta la saciedad el daño que hacen sus propuestas a la democracia, porque habló su vocero provisional, habló evocando a la reina Isabel la Católica como supuesta feminista, un personaje del siglo XVI; habló despreciando la paz social y los avances sociales y económicos del Gobierno progresista y feminista, todo ello, con el ensordecedor silencio de Feijóo y la pasividad cómplice de la bancada popular.

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