Según la dirección del viento

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Según la dirección del viento

Exposición antológica

Según la dirección del viento Exposición antológica de Miguel Betancourt

Branding, museología, curaduría y redacción

Humberto Montero Estrella

Según la dirección del viento

Exposición antológica de Miguel Betancourt

Ministerio de Relaciones Exteriores

Gral. Ulpiano Páez y Av. 10 de Agosto

Branding, museología, curaduría y redacción Humberto Montero

Fotografía

Ikono, fotos de estudio y autor, © Humberto Montero

Samuel León

Portada

Grietas de la montaña, 2017 (detalle)

Primera guarda

Reminiscencia gótica, 2019 (detalle)

Segunda guarda

La plaza, 2020 (detalle)

Diseño gráfico

Santiago Ávila S. - Fiorum

Impresión

Editorial Ecuador

Fecha de exposición:

Junio - julio / 2023

Miguel Betancourt

www.miguelbetancourt.com

https://www.singulart.com/es/artista/miguel-betancourt-5235 @miguelartb

miguel@miguelbetancourt.com

Cel: (593 9) 98741449

Introducción a la exposición antológica de Miguel Betancourt

Tengo el inmenso gusto de presentar la exposición antológica “Según la dirección del viento —una inmersión en las corrientes estéticas de Miguel Betancourt” en el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, que exhibe en torno a cincuenta de las más selectas pinturas de este pintor que en las últimas décadas ha tenido especial y destacada presencia, tanto en el entorno nacional como en el ámbito internacional. La exposición tiene un significado trascendente en el competitivo y renombrado quehacer pictórico del Ecuador, pues se trata de la obra antológica de uno de los referentes contemporáneos de las artes plásticas del Ecuador.

Desde el inicio de su itinerario plástico, Miguel Betancourt ha proyectado su arte a través de exhibiciones individuales en representativos espacios culturales de nuestro país, que luego le abrieron caminos fuera de nuestras fronteras. A partir de sus primeras exposiciones pictóricas en la Galería

Goríbar de Quito, en 1982, y en la Casa de la Cultura Ecuatoriana en Cuenca, en 1983, y posteriormente desde su experiencia formativa y primera muestra internacional en la Slade School of Fine Art, University College London, en 1989, el artista se ha ido forjando un nombre propio en el arte, tanto en América cuanto en Europa y Asia.

Situamos a Miguel Betancourt entre los más destacados pintores ecuatorianos de finales del siglo XX e inicios del XXI, cuya trayectoria artística, inicialmente guiada por maestros como Oswaldo Moreno, ha estado acompañada de representativos artistas de su generación, como Marcelo Aguirre, Jaime Zapata, Pilar Flores o Luigi Stornaiolo. Su conexión con las corrientes expresionistas e informalistas, así como su vínculo con las culturas originarias del Ecuador y América Latina, entre diversas fuentes, le ha permitido sintetizar una propuesta propia. Desde su largo recorrido pictórico, la obra de Miguel Betancourt propone amplios contenidos temáticos en los

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que destacan lo simbólico y ancestral, los valores estéticos de nuestros espacios coloniales, el mundo natural y lo arbóreo.

Miguel Betancourt es un trabajador incansable y un permanente buscador de la belleza. Sus obras son mensajes de colores y formas que llevan a la belleza estética y al mensaje del investigador o del historiador. Estas realidades han sido apreciadas en el Ecuador y en las más diversas latitudes donde exhibe sus propuestas que se nutren de las fuentes de la plástica ecuatoriana y a la vez se alimentan de las más diversas corrientes del entorno global.

En su deambular por el mundo, Betancourt ha contado con el apoyo y la amistad del Servicio Exterior Ecuatoriano. Los múltiples encuentros y eventos internacionales durante toda la amplia trayectoria de Miguel Betancourt han contado con el acompañamiento y respaldo de la Cancillería y de las misiones diplomáticas y oficinas consulares en el exterior.

De su experiencia en el exterior, Miguel Betancourt declara su hondo recuerdo y particular aprecio por diversas participaciones logradas a lo largo de su trayectoria, como su exposición en el Instituto Italo Latinoamericano - IILA, en 1992, en Roma, que fue una suerte de pasaporte que luego le permitió participar en la XLV Bienal de

Venecia, en 1993; así también, señala la especial significación de su presencia como invitado de honor en la V Bienal Internacional de Arte de Bolivia, SIART, desde donde pudo nutrirse de la fuerza simbólica y trascendente de Tiahuanaco. En 2004, motiva singular aprecio del artista la adquisición e inclusión de una de sus obras en la colección de la Corporación Andina de Fomento CAF, que la incluyen en sus catálogos y relevantes publicaciones, así como en 2017, la importancia primordial que para el pintor representó su experiencia en la VI Bienal Internacional de Arte de Beijing, China, donde los artistas ecuatorianos tuvieron un sitio privilegiado en el Museo de Arte Contemporáneo, lugar emblemático de esa capital, y porque a raíz de esta participación pudieron conectarse con artistas chinos, conocer sus atelieres y sus modos de vida.

Su experiencia internacional queda demostrada en alrededor de veinticinco exposiciones individuales realizadas por el artista alrededor del mundo y en su participación en más de cuarenta exposiciones colectivas internacionales. Sin duda la nutrida producción y distribución de su obra, impulsan al artista a continuar esa fecunda senda en el futuro.

La muestra antológica “Según la dirección del viento” abarca cuatro décadas de produc -

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ción artística que es presentada no de manera cronológica, sino como un deambular sin tiempo dentro del amplio espectro de una rosa de los vientos, en el que se nota claramente la creatividad y cuidado que ha puesto el artista a lo largo de toda su trayectoria.

Miguel Betancourt, artista quiteño para el mundo, tiene la experiencia de los años, la pericia que le han dejado verdaderas inmersiones en otras culturas, la sabiduría de recoger lo ancestral para plasmarlo en obras actuales. Pero, sobre todo, es un soñador y, como tal, sigue joven, creativo e innovador.

El Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana viene impulsando un ambicioso

proyecto de Diplomacia Cultural que se propone, como objetivo central, crear puentes de diálogo intercultural para propiciar una mayor y más fuerte presencia internacional del Ecuador. Los medios para lograrlo constituyen la realización de actividades que destaquen y promuevan las más relevantes representaciones del arte y la cultura ecuatoriana. Esta exposición de Miguel Betancourt está perfectamente encajada en esta política institucional.

Fabián Valdivieso Eguiguren Embajador Director de Asuntos Culturales, Patrimoniales y Turísticos 7
Según la dirección del viento , 2022, ó leo sobre lienzo, 100 x 100 cm 8

Según la dirección del viento

Una inmersión en las corrientes estéticas de Miguel Betancourt

El nombre de esta exposición no se limita a titular un evento plástico en particular, sino que define un principio de narrativa artística con el que se expone la esencia creativa de Miguel Betancourt. Y más aún cuando se trata de una exposición de tipo antológica que abarca un período extenso dentro del quehacer productivo del autor. En síntesis, hablamos de los últimos veinte años que aproximadamente serían la mitad de la carrera de Miguel.

Y así, al hablar de la dirección del viento, hacemos énfasis, en un sentido metafórico, de las corrientes creativas que discurren en la producción artística del autor. Una suerte de corrientes eólicas de Betancourt homologadas con un tipo de recorrido pictórico específico, y que nos proponen a su vez una carta de navegación (una carta náutica de esencia artística) con ocho rumbos específicos; con ocho vientos de creatividad evidentes en la producción artística del autor, y que los hemos definido como los vientos sacro,

ibérico, urbano, oriental, arborescente, ancestral, colonial y simbólico.

Esta «carta de navegación» nos conduce hacia un recorrido pictórico en el tiempo del autor. Un tiempo selectivo de casi cuarenta años de producción artística y que nos propone una orientación por medio del artificio de una rosa náutica o rosa de los vientos para así alegorizar la direccionalidad de cada viento creativo del artista; aquellos que definen la artisticidad de Miguel Betancourt.

Y es que muy cómodo y práctico resultaría presentar una exposición antológica segmentada en colecciones específicas del autor o con base en una cronología lineal. No obstante, segmentar una exposición regida por la cualidad creativa que subyace en el pensamiento del artista se convierte en un reto de esteticismo total.

Y he ahí la relevancia sígnica de los vientos alegóricos que representan varios tipos de corrientes de creación estética propias de Betancourt; corrientes que no son absolutas ni reductoras en

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cuanto al modelo de creatividad que se evidencia en cada una de las obras presentadas en esta exposición antológica, pues todas las corrientes creativas que citamos bien pueden combinarse entre ellas a través de puntos intermedios en los que se traslapa el esteticismo del artista.

Por ejemplo, un principio de creación sacra en Betancourt bien podría traslapar con uno arborescente u otro ancestral, o incluso con todos los demás vientos de creación. Y así, la individualidad del autor se define en una signatura temperada por una estética particular. Analicemos brevemente los ocho vientos creativos del autor.

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La corriente de lo sacro que invade a este artista se suele definir a través de una figuración que se verticaliza de una manera gótica y que propone escenarios inmersos en una ritualidad inducida.

Betancourt practica un tipo de inmersión figurativa que atrapa el color y que solo le permite circular entre los límites figurativos de cada obra con sentido sacro. Una suerte de «vitralismo» que refracta la fuente de luz que pasa a través de cada cuadro y que irradia una paleta cromática refulgente.

Viento
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sacro
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Naves azules y roset ó n , 2021, mixta sobre cartulina, 77 x 57 cm La basílica en época invernal, 2020, acuarela sobre papel, 76 x 142 cm
Noche a punto de desbordarse, 1992, mixta sobre papel y tabla. 120 x 82 cm 14
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Pase del Niño en rojo , 2020, óleo sobre lienzo, 120 x 100 cm

La corriente de lo ibérico, se significa en los paradigmas occidentales que se tornan evidentes a partir del pensamiento creativo de Betancourt. Los modelos del Renacimiento, las figuraciones realistas del Siglo de Oro español, los detalles modernistas de Klee o de Picasso son principales como fuentes de significación para el artista.

Esta corriente se define en tantos modelos absolutos provenientes de Europa y que suelen ser citados por Betancourt a través de la temática de la variación, tal como ocurre en su serie de Las Meninas , o en composiciones segmentadas basadas en los principios del cubismo analítico o incluso en los propios del geometrismo estructural.

Viento ibérico Una temporada en el infierno , 2021, óleo sobre lienzo, 50 x 70 cm 17
Bañistas
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El pintor, 2015, óleo sobre cáñamo, 100 x 120 cm
, 1996, mixta sobre lienzo, 140 x 190 cm
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Retrato de Velázquez, 2018, mixta sobre lienzo y yute, 120 x 120 cm
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Salón de espejos, 2017, acuarela sobre papel, 75.5 x 105 cm
Nuevo look de la Infanta, 2017, óleo sobre lienzo y yute, 160 x 110 cm 22

La corriente de lo urbano siempre ha sido testimonial en la obra de Miguel Betancourt. Y es que no solo se evidencian en las obras urbanas las improntas de ciudad: barrios que crecen verticales o espacios citadinos que se extienden en su horizontalidad; sino que, —y esto es lo esencial en cuanto a esta corriente—, se torna palpable la humanización de esos espacios que sobrevienen animados por la impronta del hombre que los edificó y que los habita. Betancourt se inserta en esta corriente urbana y va más allá de los objetos. A estos los suele «subjetivizar» a través de metagoges pictográficas por las cuales las puertas hablan, las paredes oyen, las calles se deslizan, las luces de los postes parpadean…

Lo urbano para Betancourt es una metáfora de lo humano.

Viento urbano 23
Aldea roja al anochecer, 2019, óleo sobre lienzo, 70 x 90 cm
la montaña, 2013, óleo sobre lienzo, 90 x 70 cm 25
Apariencia de
Mujer
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El norte de Quito, 2019, tinta china y acuarela sobre papel de arroz, 67 x 96 cm
rodeada de mar, 2021, óleo sobre lienzo, 70 x 90 cm
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Vendaval, 2021, óleo sobre lienzo, 100 x 120 cm

La corriente oriental es la que propone un orden significante en el autor. Es una corriente en la que fluyen los principios de la técnica y de lo material como elementos principales que se integran en la composición. Lo caligráfico de reminiscencia oriental y el papel de origen arte-artesanal son principales en esta versión de Betancourt. Papeles de arroz en los que Miguel delinea arquitecturas con trazos gruesos y libres que, como dice el propio autor: «privilegian la piel del papel al ojo del observador». Un Betancourt caligráfico en el trazo, uno que propone en la figuración un sistema de escritura propio, se emparenta con diversos flujos de meditación pictórica. Esos flujos del autor que se resuelven en paisajismos apacibles o en atmósferas temperadas cual si fueran espacios de meditación y trascendencia.

Viento oriental 29
Idilio
marino, 2021, óleo sobre lienzo, 100 x 120 cm
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Grietas de la montaña, 2017, acuarela sobre papel de seda, 92 x 62 cm Navío blanco, 2014, óleo sobre cáñamo, 100 x 120 cm
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Murmullos del lago, 2021, óleo sobre lienzo, 70 x 90 cm
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Reminiscencia gótica, 2019, acuarela sobre papel fibroso, 61 x 93 cm

En cuanto a lo arborescente, en un plano cronológico, este viento de creatividad atraviesa la obra de Betancourt como un modelo de ejecución formal. La atraviesa verticalmente en un sentido paradigmático para así brotar, en figura y en color, en muchas de sus obras.

Lo fitomórfico para Miguel Betancourt deviene esencial tanto en lo cromático cuanto en lo figurativo y se convierte en un paradigma estilístico principal entre los tantos que han edificado la signatura del artista a lo largo de toda su carrera. Seres fitomórficos, ciudades fitomórficas, conceptos fitomórficos en general.

Y así, tal como la naturaleza es múltiple en su cromaticidad, así lo es Betancourt con su paleta cromática: un armonizador innato de tintas y colores.

Viento arborescente 35

Políptico arborescente, 2017, Mixta/lienzo y yutes, 120 x 150 cm (5 paneles)

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Ninfa con tocado s. XVII, 2018, Acuarela sobre papel. 57 x 77 cm
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Imágenes en un tallo, 1997, mixta sobre lienzo, 120 x 100 cm
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Mujer y árbol, 2015, mixta sobre lienzo y cáñamo, 190 x 140 cm
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Tallo negro, acrílico sobre lienzo, 150 x 110 cm

La corriente ancestral se define ucrónica en el tiempo de Miguel Betancourt. Es decir, una corriente creativa que ha evolucionado en un tiempo recortado de su propia ancestralidad.

Figuras capitales de las culturas ancestrales de Ecuador, como las de Valdivia, Bahía o Guangala, entre otras, e incluso de algunas culturas indoamericanas como Paracas o Nazca en Perú, aparecen animadas en la obra de Betancourt, pues el artista no las representa descritas en los cuadros sino articuladas en acciones que proponen múltiples narrativas de identificación.

Seres ancestrales, identificables por su origen, conversan entre ellos, discurren en actividades diarias, en oficios, en situaciones de recogimiento… E incluso, los espacios emblemáticos, tales como los de Machupicchu o Ingapirca pintados por Betancourt, aparecen retratados de una manera especular tal como si el autor estuviera viendo a través de ellos un pasado vivo; una suerte de analepsis creativa que nos propone una contemplación circunscrita en el pasado.

Viento ancestral 41
Desde la perpetuidad, 2023, óleo sobre lienzo, 100 x 100 cm 42
La
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máscara , 2021, óleo sobre lienzo, 70 x 50 cm
Pareja, 2022, óleo sobre lienzo, 70
100 cm Cangahua, 2011, mixta sobre lienzo y cáñamo, 120
120 cm 45
x
x
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Ofrenda, 2021, óleo sobre lienzo, 100 x 100 cm

Miguel Betancourt es un hombre colonial por atávica esencia.

Más allá de que el autor vivió y convivió de niño con su ciudad histórica, con el Quito colonial; el artista ya maduro ha perpetuado el recuerdo de su origen con el significante de una huella-memoria propia de lo histórico.

Y es así como esta corriente de lo colonial es otra de las que se bifurca en múltiples direcciones. Por ejemplo, roza con lo sacro cuando Miguel retrata iglesias o templos con un sentido de historicidad. O incluso roza con lo ibérico cuando interviene en las composiciones absolutas de variaciones velazquianas. Y no se diga cuando se recubre de arborescencia en ciudades coloniales que se erigen cual florestas vivas.

Viento colonial 47
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El saludo de la Virgen, 2021, óleo sobre lienzo, 120 x 100 cm
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Destellos de la tarde, 2023, acuarela sobre cartulina, 69 x 92 cm
Ciudad
100
120
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de templos, 2021, óleo sobre lienzo,
x
cm Día festivo, 2023, acuarela sobre papel reciclado, 93 x 69 cm
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Barrio de San Blas, 2017, acuarela sobre papel, 75.5 x 105 cm

Cuando una composición de Betancourt se codifica en la figuración e incluso en la cromática, entonces el viento de lo simbólico ha rozado el juicio del autor.

Composiciones de rostros recortados y que en su multiplicidad se definen en uno solo, seres con anomalías que parecerían provenir de un bestiario medieval, personajes pseudomitológicos, alados, e incluso personajes identificables como metafísicos son los signos del autor que se hipercodifican en los lienzos y que solo el mismo Betancourt es capaz de significarlos en los cuadros.

El simbolismo es absoluto en este autor cuando analizamos cada obra. Y así parecería que, como viento de creatividad, este de lo simbólico siempre sopla paralelo en los procesos artísticos de Miguel Betancourt.

Viento
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simbólico

El paso de las nubes, 2005, acrílico sobre papel kraft, 90 x 130 cm

Estela con fondo rojo, 2004, acrílico sobre papel, 155 x 57 cm

Formas de una nereida, 2004, acrílico sobre papel, 155 x 57 cm

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La diva, 2011, mixta sobre lienzo, 120 x 120 cm 56
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Adán y Eva II, 2011, óleo sobre lienzo, 120 x 200 cm

Templo petrificado, 1989, óleo sobre lienzo, 70 x 100 cm

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En conclusión, una vez analizadas las corrientes estéticas de Miguel Betancourt, y según la dirección de cada viento creativo que aviva una pasión autoral contrastada en cada obra, hemos llegado hasta este punto coordenado en el que la personalidad artística de este autor se corporeíza en los personajes, en los objetos, en las composiciones figuradas de un propio Miguel Betancourt siempre significado en su obra y aun reconocible según la dirección en que discurra su creatividad.

Según la dirección del viento. Una inmersión en las corrientes estéticas de Miguel Betancourt.

Humberto Montero, marzo de 2023.

Sobre un nidal de signos, 2006, acrílico sobre cartón, 130 x 100 cm

El gran árbol del pueblo, 2023, acuarela sobre papel reciclado, 95 x 75 cm

arborescente
colonial
Las columnas de colores, 2023, acuarela sobre papel reciclado, 68 x 90 cm

sacro

P ó
rtico principal, 2023, acuarela sobre papel reciclado, 90 x 68 cm
ibérico
Aristas turquesas, 2023, acuarela sobre cartulina, 69 x 94 cm
oriental
Paisaje con techo rojo en la cumbre, 2023, acuarela y cera sobre papel reciclado, 70 x 94 cm

simbólico

De la tierra al cielo, 2023, acuarela sobre papel reciclado, 68 x 90 cm

urbano

Quito moderno con escultura, 2023, acuarela sobre cartulina, 70 x 94 cm
ancestral Escaparate con piezas antiguas, 2023, acuarela sobre papel reciclado, 89 x 67 cm

MIGUEL BETANCOURT

La libertad a través del arte

(Apunte biográfico sobre Miguel Betancourt y su obra) Miguel Betancourt nació en Cumbayá en 1958. En su aprendizaje pictórico fue fundamental el artista ecuatoriano Oswaldo Moreno, a quien conoció en 1974. En 1976 y 1977 asistió a un taller de pintura en el Milwaukee Art Museum. A finales de los años 70 ingresa a la escuela de Pedagogía y Letras en la PUCE, de donde egresa en 1982. En 1988 es invitado por el Departamento de Estado de los EE.UU. a una gira cultural. En ese mismo año recibe una beca del British Council para el ingreso en Slade School of Fine Art, UCL, academia en la que entabla amistad con artistas británicos como John Hoyland. Entre varias representaciones del país está su participación en la XLV Bienal Internacional de Venecia, después de su muestra individual en el Istituto

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Italo-Latino Americano en Roma, 1993; Invitado de Honor a la V Bienal Internacional de Arte, SIART, La Paz, 2007; VI Bienal Internacional de Arte de Beijing, 2015; Trienal de Arte Latinoamericano de Nueva York (NYLAAT), 2022

bién, en Casa de la Cultura, Cuenca. Luego, en el 2019

Su obra ha sido parte de importantes exposiciones como: Eros en el arte ecuatoriano, Museo Nacional de Bellas Artes (Chile) y Museo Antropológico (Lima), 1998; Ecuador en España, Casa de América, Madrid, 2000; Ecuador más allá de los conceptos, galería del Instituto Cervantes, Roma, 2012; Pabellón Lati-

noamericano (LAP), Feria Internacional de Arte, Beijing Exhibition Center, 2013; Ecuador in Focus, en la sede de la OFID, Viena, 2014; ARTE15 en homenaje al evento internacional Habitat III, Quito, 2016. Desde el 2008 hasta la presente fecha, su obra es parte de una muestra itinerante, Imago Mundi, patrocinada por esta fundación italiana.

expone Mnemografías, galería Saladentro, Cuenca; Lecturas de Quito, en el Foro Global de Migración, Quito, 2020; en este mismo año se exhibe Transparencias del país de la mitad, pintura sobre diversos papeles, Galería Torre del Reloj, ciudad de México; en el 2022, se exhibe Cosmogonías de un Pintor, Alianza Francesa, Quito.

Betancourt ha recibido reconocimientos, como el Premio Pollock-Krasner conferido en 1993 por la fundación homónima en Nueva York; y, en diciembre del 2020, en sesión solemne del Concejo Metropolitano de Quito, la Condecoración Oswaldo Guayasamín. Fue miembro fundador del movimiento Art Résilience, Paris, 2014.

En 2017 se dio inicio a una exhibición individual, itinerante, por varias ciudades del Asia (Beijing, Nanjing, Seoul, Tokio); en el 2018 se presenta Ninfas, Meninas y la Mirada del Pintor, Alianza Francesa, Quito y, tam-

Su obra se encuentra en colecciones públicas y privadas: pinacoteca de las Naciones Unidas, en Viena y Ginebra, respectivamente; Banco Interamericano de Desarrollo, Tokio; Diners Club del Ecuador, Quito; Istituto Italo-Latino Americano, Roma; Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), Caracas; Museo de Arte de las Américas (OEA), Washington D.C.; Museo de Arte, universidad de Londres (UCL); OFID (the OPEC Fund

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for International Development), Viena; fundación Imago Mundi, Treviso; Arte al Límite AAL, Santiago de Chile; Museo de Arte Moderno, Cuenca; Organización de las Naciones Unidas, ONUSIDA, Ginebra; Misión Permanente del Ecuador ante la ONU, New York.

Su pintura consta en publicaciones editoriales como: Betancourt: del Silencio al Color , Editorial CCE, Quito, 2021 (libro sobre su obra); Latin American Art Since 1900 , Thames & Hudson, Londres, 2020; Ecuador: Light of Time , Contemporary Artists from Ecuador, Imago Mundi, Antiga Edizioni, Treviso, 2017; El transcurrir del sueño , poesía y pintura, Editorial del Trauco, Chile, 2016; The Album of the 6th Beijing International Art Biennale , China, 2015; Imágenes a Trasluz , Editorial Casa de la Cultura Ecuatoriana, 2014; Oil Paintings in Public Ownership in London : The Slade School of Fine Art & UCL Art Collections, Londres, 2005; Nuevos Cien Artistas , Mundo Diners, Quito, 2001; 200 Años de Pintura

Quiteña , Citymarket, Quito, 2007; Betancourt , Paradiso Editores, Quito, 1996.

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En esta exposición antológica, una exposición cifrada según la dirección de cada viento creativo que aviva una pasión autoral inacabable, se podrá reconocer la estética y el temperamento de este artista ecuatoriano. Y así: lo sacro, lo ibérico, lo urbano, lo oriental, lo arborescente, lo ancestral, lo colonial y lo simbólico circularán en este ambiente expositivo cual esas corrientes eólicas que trazan las signaturas evidentes y exclusivas propias de Miguel Betancourt.

www.miguelbetancourt.com

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