Revista Zoque Nº 1

Page 8

León León tenía hambre. Sentado sobre las patas traseras, inmóvil, con la cabeza muy alta, las orejas peludas cayendo a plomo y la mirada fija en el sofá, esperaba una señal que abaratara la vigilancia. Expectante, reclamaba en silencio un chasquido, una voz, un signo que le permitiera abandonar la tensión que oprimía su cuerpo. León, un chucho pequeño, de pelo marrón, ojos saltones y hocico afilado, no tenía nada de feroz ni de salvaje. Era un perro delicado, habituado a carantoñas y palabras melifluas; un animal de costumbres que ansiaba dar el paseo diario y, sobre todo, comer. Sin un asomo de flaqueza, erguido, como si nada en el universo tuviera trascendencia, como si sólo existiera aquél sofá inerte y el recuerdo empalagoso de la carne, León reprimía su inquietud.

8 zoque

La tarde anunciaba la hora de la salida, creando claroscuros por toda la habitación, mientras Saúl, recostado en el asiento, parecía no reparar en la presencia del perro. Con los ojos entrecerrados, el hombre pensaba que a su edad todo eran achaques, y, enmudecido, se lamentaba de un fuerte dolor en el brazo izquierdo. Un dolor que comenzó de repente; primero fue un cosquilleo entre los dedos; después ascendió, lento e inexorable, transformando el hormigueo en una punzada que agarrotaba las articulaciones y compungía el rostro del anciano. Saúl debía pasear a León, aunque sólo fuera una vuelta alrededor del bloque de apartamentos: un edificio alto, de dieciséis plantas, de color pardo y gris, a cinco minutos de Central Park. Pero, la idea de salir le removía el ánimo.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.