Letras contemporáneas
Autor: Silvana Uribe
E
n el despertar me encuentro aturdida, ¿qué es todo ese alboroto?, pienso, pero no es hasta que me obligo a levantarme de mi cama que entiendo lo que pasa. Con violencia recibo un jalón, un gancho en el estómago y una patada en mi pantorrilla derecha, me tiro al suelo sin otra opción, ¿qué he hecho que ha sido tan malo?, de nuevo pienso, simultáneamente observando cómo me despojan de todo lo que traigo puesto, mi humanidad y dignidad incluidas. No tengo nada que usar en mi defensa, sólo puedo ponerme una máscara de humillación y pena, porque por dentro lo único que siento es dolor, mas no puedo permitirme usar eso frente al salvajismo al cual soy sometida. Sorprendentemente y para mi alivio, vuelven a ponerme las prendas que tenía puestas; el alivió dura poco, porque inmediatamente terminan, me sacan a fuerzas de mi hogar, de lo que he construido con mi sudor y mi esfuerzo, ¿y todo esto por qué?, me atrevo a preguntar, pero las miradas de desdén me obligan a responderme mi pregunta, porque soy una mojada, pienso. Las lágrimas quieren salir de mis ojos, pero respiro sabiendo que detrás de la pared del espejo, hay un hueco que refugia a mi tesoro más preciado, y él sabrá qué hacer y con quien ir, porque él sabía desde mucho antes que algo así podía pasar. Y mi respiración deja de ocurrir cuando escucho su llanto a lo lejos. Mi corazón no palpita, mi mente no piensa, mis pulmones no responden y mi fuerza se cae, la ira es lo único que tengo para lanzar los golpes, patadas y palabrerías, pero no funciona. No logro que lo dejen en paz, simplemente se lo llevan. ¿A dónde lo llevan? ¿Por qué no viene con nosotros? ¡No pueden hacer esto!, pero si pueden, y lo hacen, y no les remuerde, y yo… yo me he quedado con mi cuerpo y mi corazón hecho pedazos.
@silvanaauh
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