Se recomienda introducir primero la yema cocida (rica en proteínas de alto valor biológico, ácidos grasos esenciales, hierro y vitaminas). Se debe comenzar con una cuarta parte de la yema añadida al puré de verduras y aumentando la cantidad progresivamente hasta ofrecer la yema completa, con una frecuencia de 2-3 veces por semana. Más tarde, se empezará a dar también la clara de huevo cocida en cantidades crecientes, siguiendo una pauta similar, no antes de los 11-12 meses, por el alto poder alergénico de la ovoalbúmina que contiene, razón por la cual el huevo no debe darse crudo.
ENTRE EL SEXTO Y SÉPTIMO MES se debe iniciar con carnes (ternera, pollo, pavo, res, cerdo), a razón de dos a tres veces al día, con consistencia de purés o papillas, y en una cantidad de 1 a 2 onzas. A LOS 7 MESES iniciaremos los picados finos y alimentos machacados, a razón de 3 veces al día, con los alimentos ya aceptados previamente y adicionando leguminosas (frijol, haba, lenteja, alubias). A LOS 8 MESES iniciaremos los derivados de la leche de vaca (yogurt, queso) ENTRE LOS 9 Y 12 MESES iniciaremos huevo y pescado de 3 a 4 veces al día y en picados finos o trocitos. PESCADO: cantidad: 20-30 g/ día de pescado blanco, por su menor contenido en grasa y en consecuencia, mejor digestibilidad y tolerancia. La cantidad se debe aumentar progresivamente hasta llegar a 40-60 g/día.
12 MESES EN ADELANTE: Ya es momento de iniciar cítricos y leche entera. Prácticamente el bebé ya se introduce a la dieta familiar y consume alimentos diferentes a la leche a razón de 4 o 5 veces al día, en trocitos pequeños. LOS ZUMOS DE FRUTAS RECIÉN EXPRIMIDAS: conservan muchos de sus nutrientes, pero deben ofrecerse en pequeñas cantidades a los lactantes para evitar desplazar a la leche materna. Es importante considerar que se recomienda iniciar solo un alimento a la vez durante dos o tres días, para poder identificar si existe algún efecto adverso o alguna alergia. Así mismo, no es recomendable utilizar sal ni azúcar en los alimentos hasta que el niño cumpla el año de edad, para permitirle que conozca los sabores originales de los alimentos y así reducir el riesgo de que rechace la comida, así como evitar que desarrolle a temprana edad, un gusto excesivo por estos sazonadores.
Alrededor de los 12-15 meses, se puede iniciar el pescado azul (sardina, salmón, trucha) siempre en cantidades pequeñas, que se irán aumentando paulatinamente para favorecer la tolerancia. En niños menores de 3 años, deben evitarse algunos pescados, por su alto contenido en mercurio, como por ejemplo el pez espada, cazón, y atún rojo, ya que puede perjudicar el desarrollo del sistema nervioso. HUEVO: puede sustituir el aporte proteico de la carne o el pescado y se puede iniciar también a partir de los 9-10 meses.
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