Reiki y Prosperidad
La mente programa nuestra vida con una personalidad determinada. De acuerdo a la información que se le ha ido suministrando a través de los años, la mente actúa, toma decisiones, hace conjeturas, reacciona a los diferentes momentos de acuerdo a su programación y crea, en conjunto con Las Leyes Universales, determinadas situaciones que pueden ser buenas o malas de acuerdo a su forma de ver la vida. Así como esté programada la mente, así mismo será el estado de conciencia de la persona. Si deseamos cambiar de inconciencia de creer en la limitación por una conciencia de provisión, lo primero que debemos hacer es transformar la mente, es decir, cambiar los parámetros mentales, los paradigmas existentes tal vez desde la niñez, liberar los recuerdos del pasado, cambiar las creencias de sí mismo valorizando las propias cualidades y desarrollando una mayor autoestima. Hay que reaprender y moldear una nueva forma de vida. Para este propósito nos va a servir el REIKI con una efectividad directamente proporcional a la práctica, convicción y entusiasmo con que se lleve a cabo. Lo primero que debes aprender la mente es que:
“TODO EL UNIVERSO ES ENERGIA” Saliéndonos del dogma de las religiones pero utilizando el principio espiritual, aprendemos en REIKI que Dios es Luz, es decir Energía Universal. Dios no tiene forma pero vive en toda forma. Es el TODO en el Todo. Es la Energía cósmica causa de todas las demás corrientes de energía. Es la Fuerza Divina que sustenta el Universo. El Energía REIKI es la manifestación directa de Dios. Es el REIKI mismo. Es la Divina Providencia.
Sibak
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