¿Y qué pasa con la especulación? Algo parecido a lo que he comentado para la lonja del pescado se aplica a la negociación en la bolsa. Sin embargo, aquí los pescadores —las empresas— tienen poco margen de decisión. Tras hacer una oferta pública de acciones y ponerlas a la venta en bolsa, los inversores han de decidir el precio y especular con ellas. Las empresas tienen poco margen de maniobra si quieren alterar el precio de sus acciones.
Evidentemente, que