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¿Por qué?
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Existe aquí solamente un pozo donde se halla la serpiente de las siete cabezas y por lo tanto no podemos sacar agua hasta que pase un año entero donde le presentamos una virgen con el objeto de dejarnos sacar agua y ahora llegó el turno a la hija del sultán.
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Tráeme lo que tienes de agua para mi caballo y dame todas tus tanuas para llenártelas.
Se paró enfrente del pozo donde no encontró ninguna persona. Tocó el brocal, le preguntó el de las siete cabezas: -
¿Quién?
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El hijo de la anciana –le respondió el chico.
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Toma lo que necesitas de agua y vete –le dijo la serpiente.
Así el chico sacó agua y volvió atrás.
En su camino de vuelta vio de nuevo a la princesa encima de los hombros y alrededor de ella la gente dirigiéndose hacia el pozo. Dejó el agua en la jaima de la anciana y volvió otra vez al pozo. Tocó en el brocal, dijo la serpiente: -
¿Quién?
El chico dijo: -
Hijo de la anciana.
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Saca el agua y pasa.
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No he venido para sacar agua sino para verte.
En aquel momento se desmayó la de las siete cabezas y cayó perdiendo totalmente el conocimiento. El chico miró en el fondo donde vio
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