Se pronostica un 2015 más duro que nunca, con una cuesta de enero tremenda que no sólo se vivirá en el primer mes del año sino que se alargará a los demás. Pero la esperanza es lo único valioso que le queda al ser humano.
De temas diversos nos atrevimos hablar en ésta Casa Editorial que, seguramente, fueron incómodos para muchos y de gran interés para otros, pero refrendamos una vez más que nuestro compromiso es con una sociedad que está harta de demagogia, hipocresías del ser humano que cada vez se vuelve más común en ellos.
Ante todo, no debemos decaer en nuestro corazón. En este mundo todos estamos para cumplir una misión y debemos ir agarrados de la mano con la gente positiva, que nos inyecte buenas vibras en tiempos difíciles, que tengamos el valor de ver las cosas desde otro ángulo; no podemos ni debemos decaer ante los malos momentos. Tengamos esa fe y confianza en nosotros mismos.
Les deseamos una Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo