Adiestramiento Canino

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Manual de Adiestramiento Canino Técnica

a)

Utilizaremos un lugar tranquilo, no muy grande y vallado.

b)

Comenzaremos llamándole desde distancias cortas.

c)

Cuando el perro esté distraído pronunciaremos su nombre para captar su atención.

d)

En cuanto nos mire, ordenaremos “aquí” y nos moveremos hacia atrás repentinamente.

e)

Al menor movimiento del perro hacia nosotros repetiremos: “muy bien, aquí”, con tono de voz muy excitado.

f)

Reforzaremos de nuevo con recompensa verbal cuando el perro se encuentre en la segunda mitad del trayecto para evitar que cambie de idea.

g)

En cuanto llegue a nosotros, reforzaremos de forma entusiasta con comida o rodillo y jugaremos con él.

h)

Repetiremos varias veces por sesión hasta que el perro responda de forma inmediata.

i)

Una vez que el perro domina el ejercicio, aumentaremos la distancia y añadiremos progresivamente distracciones.

j)

Un ejercicio que nos ayudará a reafirmar la obediencia del perro a esta orden es el siguiente: un ayudante cogerá el rodillo y jugará con el perro; a una señal nuestra, el ayudante dejará de jugar y permanecerá con el rodillo en la mano, sin moverse, entonces llamaremos al perro para que se aleje del rodillo; deberemos insistir y, cuando el perro llegue a nuestro lado, lo liberaremos inmediatamente incitándolo a que vaya a por el rodillo. Justamente en el momento en que enviamos al perro, el ayudante lanzará el rodillo en unas ocasiones y, en otras, incitará al perro a que lo tome de su mano. Repetiremos tres o cuatro veces y será suficiente, el perro habrá entendido que la única opción que tiene de conseguir el rodillo es obedecer nuestra orden de llamada y, lo mejor de todo, es que lo hace por voluntad propia.

k)

Ahora ya podemos probar el grado de obediencia con el perro en libertad.

Problemas

1.- El perro no viene: a)

Pronunciaremos su nombre en alto (por ejemplo: “Bull”) y nos dirigimos hacia él. Obviamente, como el perro no quiere acudir a nosotros, se alejará; entonces le seguiremos continuamente hasta que lo tengamos acorralado, en ese momento, cuando el perro se da cuenta de que no tiene escapatoria y está frente a nosotros y a corta distancia; le llamamos: “Bull”, “aquí” con voz suave e inductiva a la vez que retrocedemos ligeramente. Entonces, al mínimo movimiento del perro hacia nosotros, le reforzamos ¡MUY BIEN-AQUÍ! (también con voz agradable) y, al llegar a nuestro lado, le reforzamos por acercarse y le liberamos de nuevo.

Manual de Adiestramiento Canino

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