pre, con la liturgia de vuestro arte y con solemnidad. Con cada nota musical que sale de vuestras gargantas estáis escribiendo la historia de la devoción a la Santísima Madre de Dios, que nadie os lo arrebate y que Él os bendiga y os lo premie. Queridos cofrades y ami-
gos, este es el momento, el instante en que por su fidelidad, por su generosidad, por su cariño, por su esfuerzo, por su trabajo, por su disponibilidad, por su colaboración, por su ayuda, por su apoyo, por sus horas de ensayo, por sus voces, por esos cincuenta y tres anos en que de forma sublime vienen tributando alabanzas a Dios, por su amor y por
su devoción a nuestra Venerada Imagen de la Stma. Virgen, en definitiva, por tanto amor regalado, vamos a dar nuestro homenaje al Orfeón Santo Reino, a los que están y a los que gozan del Rostro Dios, para lo que os ruego que os suméis, todos en pie, a este encendido y cálido aplauso.
Terminado el emocionado y prolongado aplauso, el Hermano Mayor hace entrega de un pergamino a la Presidenta del Orfeón, una magnifica litografía, obra de los hermanos Senise, que representa a la Virgen de la Capilla saliendo de la Iglesia por la puerta que da a la plazuela de san Ildefonso, y al margen una dedicatoria a todos los componentes del coro, con fecha y firmas del Hermano Mayor y del Secretario, para constancia de tan histórico acto.
El Descenso
Después, el Hermano Mayor, en nombre de toda la Junta y cofrades, impone la medalla de Plata de la Junta de Gobierno a la Presidenta, Delia García, significando con ello a todos los componentes del Orfeón en activo, y a los que en su día lo fueron (la mayoría cofrades de siempre). También le fue impuesta esta medalla a la joven Directora, Inmaculada Jiménez Rodríguez, en representación de los jóvenes orfeonistas.
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Acto seguido, la Vice hermana Mayor, Ma Teresa Calatayud y el Administrador, Manuel Rodríguez, impusieron a todos los componentes del coro, unas insignias especiales de la Cofradía, traídas para esta ocasión, al objeto de que ellos las exhiban en sus solapas, en los actos de la misma, para los que sean requeridos, llegando con todo ello al punto cumbre del homenaje.