Km/h (para poner tierra de por medio) y pegarse lo más posible al terreno (sin perder la formación) para que los cazas no pudieran atacarlos desde abajo (zona ciega para el fuego de las ametralladoras), esto unido a la citada táctica de fuego cruzado evitaba o al menos reducía la acción de la caza enemiga sobre ellos. En la foto por supuesto no podemos apreciar el tipo de avión, pero según el autor del libro, de donde está sacada, dice ser una formación de Natachas en un ataque en la batalla de Guadalajara
Terminaremos con una bonita foto que nos demuestra que no solo los I-16 “Mosca” podían hacer “el caballito”.
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