Anderson tiene diecisiete años, vive con su mamá que está enferma de pulmonía, pero eso no le ha impedido salir a la calle y rebuscarse lo del diario, es costurera de una empresa, pero Anderson se dice ha si mismo que igual a sí la vida sea dura, nunca va a dejar de cantar, y tratara de ganar algo de dinero con los grafitis que ha hecho. “Una vez me gane 500mil “lucas” en un concurso de grafiti que hicieron hace mucho, entonces pues yo me dí cuenta que eso si da plata, si pilla, es duro que lo tilden pero igual para mi esta es la vida”. Anderson después de estar con nosotros un taller se fue para Cali, a probar suerte, o eso fue lo que nos conto algunos de sus compañeros. Edwin Herrera Es un líder innato, así lo se considera a sí mismos, desde hace 4 años cuando llego a Bogotá se dio cuenta que la vida en la ciudad es cosa dura, que luchar por demostrar que el rap, el hipo-hop y el grafiti es un pensamiento, un estilo de vida más que el robo, la pandilla o la droga como alguna vez pensó su mamá, son cosas que se deben ir cambiando con las acciones. La primera vez que pinto una pared con su track fue en la Av.Suba, donde el dueño de la fábrica de metales, le dijo que no había problema siempre y cuando hiciera algo bonito. Entonces hizo un mural en honor a las mujeres: “Lo hice porque me nació hacerlo, la vida pues uno va de lado a lado, es luchar y luchar, entonces me acordé de mi mamá y todo lo que ella ha hecho por mí, y que ha logrado a pesar de las dificultades, entonces hice como la cabeza del hombre, pero saliendo del vientre de la mujer, y en el centro a Dios” No es católico, no rapero con respecto a la vestimenta, siempre usa las misma bermudas de jean y camisa rojas, del Santafé, pero no ha querido terminar el colegio porque piensa que el Estado no es quien lo dirige a él, sino que el decide si es verdaderamente parte de la sociedad, y su mayor participación es demostrar que la lirica rapera es una “poesía de la vida”, por eso participa en varios concursos de grafiti, ha visitado el proyecto NOVA en Ciudad Bolívar, entonces el
12