Vanguardia 1572

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VANGUARDIA del Pueblo

Del 16 de octubre al 2 de noviembre de 2011 • Página 9

NACIONAL y económica de calidad. Es decir, debemos llegar a definir qué metas de desarrollo concretas tenemos, cuánto cuestan y cómo vamos a obtener los recursos que nos permitan alcanzarlas. Esa es la única manera de hablar seriamente de desarrollo. En ese debate no podemos obviar aspectos cruciales, como la reducción de la evasión o la mayor justicia fiscal con una mejor distribución de la carga, que nos equipare a la competencia internacional. Como contrapartida deberá asegurarse más transparencia y efectividad en la gestión del gasto público, mediante la construcción de una cultura ética y moral que elimine el despilfarro, con inversión social y económica de mayor calidad y asignada a prioridades consensuadas y garantizadas. Mi compromiso y el de mi gobierno será propiciar la fiscalización, monitoreo y evaluación social, así como garantizar la calidad y sostenibilidad del gasto público. Desde ahora puedo compartir con ustedes mi criterio de que no soy partidario de la creación de figuras impositivas transitorias para resolver problemas de coyuntura. En ese sentido, creo que tanto el impuesto a los activos financieros, a los cheques, y el reciente incremento de la tasa del impuesto sobre la renta, deben cesar, y también debe ponerse en plena vigencia la Ley de Proindustria en lo relativo al pago de ITBIS. También creo que no debe irse más allá del tiempo previsto en las recientes modificaciones introducidas. Obviamente, esto tiene que llevar implícita la necesaria preservación del equilibrio fiscal. La política presupuestaria se concentrará en hacer que los recursos de los contribuyentes sirvan para hacer innecesarias las soluciones individuales a los servicios públicos.

3-. FOMENTO DE LAS EXPORTACIONES Sólo convirtiéndonos en una sociedad exportadora podremos superar la pobreza y la exclusión social. Se trata de un gran esfuerzo de largo plazo que deberá transformar profundamente la sociedad dominicana. Debemos plantearnos, en forma realista y comprometida, la posibilidad de crear los cimientos de una sociedad exportadora y que, al mismo tiempo pueda abastecer en forma competitiva el mercado interno. Un objetivo de esa naturaleza

nos obliga a hacer muchas cosas, entre ellas, reestructurar el enfoque de la estrategia nacional de promoción de las exportaciones.

guna ventanilla especializada de crédito. A este respecto se están estudiando algunas posibilidades.

Debemos construir una visión basada en la articulación productiva, en la mejora de la plataforma financiera, en mano de obra capacitada, en nuevas destrezas emprendedoras, en un mayor y mejor uso de nuevas tecnologías y en la identificación de nichos de mercado latentes, entre otras.

Asimismo, cuando hablamos de fomento a las exportaciones tenemos que hablar del turismo, el vehículo de exportaciones indirectas más formidable con que cuenta la República Dominicana; de ahí que lo consideramos la locomotora del desarrollo, por su capacidad de arrastrar a los demás sectores: agropecuario, industrial, construcción, transporte, y, en ese sentido, les reitero nuestra disposición de avanzar hacia la meta de duplicar el número de turistas que nos visitan en un período no mayor de diez años.

Es preciso además, iniciar una nueva generación de dominicanos bien educados, ampliar y mejorar la infraestructura económica, así como fortalecer nuestras instituciones judiciales y políticas. No se trata de nada fácil. Hablamos de un objetivo cuya consecución excede, por mucho, los cuatro años de un periodo de gobierno. Pero si no empezamos, nunca llegaremos. Y en ese sentido, entre las acciones que nos proponemos implementar se encuentran: - Crear un banco de desarrollo y exportación en la República Dominicana que provea posibilidades de financiamiento de pre y post embarque. - Incrementar el apoyo a los clusters con alto potencial exportador. - Reformar la Ley 98-03 en procura de fortalecer el CEI-RD. - Establecer el programa de Seguro de Crédito Comercial para exportadores. - Evitaremos que los productos exportables sean afectados con algún tipo de cargo o gravámenes sin importar en el régimen que se originen Y en esto último, parto del principio de que las exportaciones no deben incluir en sus costos impuestos indirectos a la producción. Asimismo, la producción destinada al mercado local no debe ser discriminada negativamente por el sistema tributario, a favor de las exportaciones o de los competidores extranjeros. Nos aseguraremos de establecer las disposiciones necesarias para que todos los productores nacionales operen en un sistema sin distorsiones tributarias. Aunque me propongo mejorar los mecanismos de promoción y protección a las actividades de exportación en general, en el caso particular del pequeño exportador, quisiera establecer un mecanismo automático que les facilite el financiamiento para su primera operación, y aquellos que demuestren que han realizado exportaciones, deberán ser reconocidos y estimulados mediante el acceso preferencial a al-

Las zonas francas son importantes como fuente de ingreso y trabajo. Sin embargo, existe una pérdida de sustentabilidad de las zonas francas, por lo que éstas deben tratar de mejorar su fase productiva, pasando de una manufactura de ensamble a una de mayor valor agregado, y aquellas con mayor valor agregado pasar a la “mente factura” o mano de obra intensiva en conocimiento. Se requiere una estrategia enfocada a elevar la capacidad competitiva de las empresas de zonas francas y sectores que la conforman, apostando a un modelo productivo sostenible en los mercados globales y con mayor articulación con la industria nacional. Naturalmente, no puede existir privilegio entre las empresas ubicadas en un sector al competir con los productores nacionales en el mercado interno, pues esto es injusto, distorsionante, e innecesario. Haremos que el comercio exterior, la promoción de las exportaciones, el turismo y la inversión se conviertan en la actividad principal de nuestras Embajadas y Consulados.

4-.POLÍTICA COMERCIAL Los tratados comerciales deben firmarse para favorecer las posibilidades de desarrollo del país, pues somos una isla, con mercado interno pequeño, y el mundo debe ser nuestro gran mercado. En ocasiones se firman porque no queda otra opción para evitar quedar en el aislamiento, pero no porque sus términos sean favorables a la expansión de las exportaciones nacionales. La firma de un tratado, por sí solo, no garantiza nada, y, si los asumimos pasivamente podrían hasta resultar contraproducentes. Es decir, reducir nuestros aranceles a cambio de que otros hagan lo mismo con los suyos, sólo puede funcionar si acomodamos las políticas internas, macroeconómicas y sectoriales, al objetivo de producir más en

cantidad y calidad tanto para exportar como para abastecer al mercado interno en forma creciente, sostenida y dinámica. Y, si, además, el Estado aporta la logística, refuerza las instituciones de apoyo y da sustento sostenido al aparato productivo. O sea, no debemos depender de los tratados como si fuesen una panacea, sino de la fuerza y calidad de nuestras propias políticas. En mi gobierno la producción será un eje fundamental, de modo que los tratados dejarán de ser de una vía, de afuera hacia adentro, y los aprovecharemos a plenitud desde adentro hacia afuera. Y eso significa orientar las políticas hacia esa finalidad. Daremos a estos tratados contenido positivo para el país y si hubiera que revisar algo, entonces lo haríamos, pero no sin realizar el esfuerzo interno necesario para sacarles el máximo provecho. En cuanto a la firma de nuevos acuerdos, los examinaríamos por sus propios méritos, caso por caso, y siempre en comunicación permanente con representantes del eje productivo y exportador, bajo la consigna de que hay que estimular la producción de calidad, eficiente y competitiva, como la única manera de elevar los ingresos y promover fuentes de trabajo digno. En lo que respecta a Haití, el intercambio comercial merecerá una alta prioridad. Pero estas relaciones son complejas, pues se trata de la nación con la que compartimos frontera y desde la que se origina un flujo masivo de emigrantes ilegales hacia el país. En ese sentido, nos proponemos reordenar estas relaciones en atención a los intereses nacionales, con visión integral y no solo mirando un aspecto de la cuestión, como es el intercambio comercial. Pero en el punto específico del comercio nos proponemos intensificarlo, pues es de conveniencia mutua, para lo cual propondremos vías institucionales.

5-. FINANCIAMIENTO Lo primero que debemos estar todos conscientes es de que un requisito para el buen funcionamiento del sistema financiero es el de que haya un entorno macroeconómico estable, coherente y con visión de largo plazo. Pero no solo se requiere de un entorno macroeconómico estable y coherente. La regulación y supervisión bancaria debe ser efectiva, a fin de evitar crisis bancarias de muy elevado costo para toda la población, sobre todo para aquellos sectores de menores niveles de ingresos. El país seguirá por muchos años pagando un costo muy alto

no solo como consecuencia de las malas prácticas bancarias que se desarrollaron en varios intermediarios financieros, pero también debido a la escasa o insuficiente fiscalización. De ahí la importancia de mantener el equilibrio de las variables macroeconómicas alcanzadas en los gobiernos del PLD, pero haciendo énfasis en que la estabilidad no puede verse como un fin en sí mismo, sino para desarrollarnos y crecer. Recientemente las autoridades monetarias y financieras dispusieron una flexibilización importante para la evaluación de los riesgos de los préstamos comerciales al permitir, de manera transitoria (dos años), que los mayores deudores, es decir aquellos que tienen préstamos por encima de RD$15.0 millones, puedan ser evaluados y provisionados sus riesgos sobre la base del historial de pago y no de la capacidad de pago del deudor. Esto era un reclamo tanto de los sectores productivos como de las propias entidades de intermediación financiera y de la entidad que los representa. Apoyamos esa medida. Además, pienso que todos debemos hacer esfuerzos para incrementar el proceso de bancarización en el país, pues conforme a cifras tanto nacionales como internacionales, el país tiene uno de los niveles más bajos de la región. Actuando sobre los elementos que acabo de mencionar, se crearán mejores condiciones para que el crédito fluya con más agilidad hacia la producción. En adición, estoy trabajando con mi equipo técnico en la identificación de modalidades que permitan un crédito más fluido, ya sea en términos de la creación de fondos de garantía, y/o la revisión de algunos elementos de las normas bancarias. En cuanto a la banca de desarrollo lo importante no es el nombre, sino la función. Y como ya he explicado, estoy empeñado en desarrollar estructuras que sirvan esa finalidad.

6-. DEFENSA COMERCIAL El plan es sencillo: orientar todas las políticas del Estado hacia el objetivo de expandir la estructura productiva y la producción nacional. Y decimos todas las políticas, lo que significa fiscal, monetaria, cambiaria, crediticia, comercial, industrial, agropecuaria, transporte, electricidad, educación, salud, institucional, entre otras, concibiendo al Estado como facilitador amigable del desarrollo productivo, como apoyo permanente a esas actividades. Lo anterior significa conver-


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