Secretaría General Dirección de Apoyo al Planeamiento y a la Evaluación Institucional
MEMORIA 2002 de la Universidad Nacional del Litoral Introducción: El año 2002 en la Argentina estuvo signado por una fuerte crisis política, económica y social. Insertas en la sociedad, las Universidades Nacionales fueron un fiel reflejo de esta problemática: constantes vaivenes económicos pusieron al borde del colapso a las instituciones públicas encargadas de la formación de futuros profesionales en el país. Fiel a sus convicciones reformistas, la Universidad Nacional del Litoral se mantuvo en vilo defendiendo sus derechos y los del resto de las Casas de estudios de todo el país. La Asamblea Universitaria, el Consejo Superior, el Rector y los Decanos, el personal docente y no docente, con sus respectivos representantes gremiales, los estudiantes a través de su Federación y sus Centros y los Graduados dieron muestra inmediata en defensa de las Universidades Públicas y del sistema científico nacional. La situación crítica de la educación fue resaltada y denunciada continuamente por la comunidad universitaria de la UNL a través de declaraciones de la A.U., y del H.C.S., y los respectivos C.D. reclamando por lo adeudado a la Universidad y a su personal. En una entrevista periodística publicada en el diario El Litoral el pasado 23 de mayo de 2002, el Rector señaló con preocupación que "La UNL está al borde de no poder seguir funcionando", pero inmediatamente -y con una clara actitud comprometidamente activaagregó que "los universitarios no vamos a permitir que se venga abajo la Universidad pública". Durante el año 2002 solo se recibió el equivalente a un mes de gasto de funcionamiento y las partidas destinadas a sueldo con un atraso considerable. El PEN discriminó sistemáticamente al sistema universitario en el envío de las partidas para afrontar los sueldos de su personal. No obstante ello nuestra Universidad a través de reprogramaciones financieras y un acuerdo con el Banco Credicoop logró pagar los sueldos al quinto día hábil de cada mes. En esta misma línea y producto de los ahorros logrados, se afrontó hasta un 50% de los gastos de funcionamiento de las U.A. , parte de lo comprometido para CAI+D, programas de extensión, el programa de formación de docentes de posgrado, en parte las becas de residencias y ayuda económica, las Cientibecas, las becas de posgrado, becas de Capacitación del Personal No Docente y la de unificación de cargos del Personal Docente. Ante el sistemático desinterés de los gobernantes argentinos por la educación, la Universidad Nacional del Litoral apeló siempre a la mejor y más eficaz herramienta democrática: el debate racional de los ciudadanos libres e iguales. Pero además de incentivar este encuentro para defender el patrimonio público y el interés de la mayoría, a través de numerosas, innovadoras e ingeniosas propuestas la UNL estuvo a la vanguardia a nivel nacional como aquella Institución que a pesar de los escasos recursos con los que cuenta, se compromete con la sociedad y pone en práctica acciones directamente destinadas a devolver a la sociedad los aportes que ella realiza y buscar salida a una crisis única en la joven historia de nuestra nación. Esa es su función en la sociedad. Ese es el rol que le reclama la ciudadanía. Con actitud y convicción y a pesar de las sistemáticas demoras en el envío de los fondos y las sucesivas subejecución de partidas presupuestarias, la UNL decidió fortalecer y redoblar la apuesta en todas sus actividades vinculadas a la transferencia de conocimiento y ayuda a Documento extraído de www.unl.edu.ar/universidad
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