Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia

Page 117

¿Acerca de qué nos habla la química?

En las afirmaciones de van Brakel y Scerri no es difícil identificar un implícito rechazo de la reducción ontológica de la química a la física. Ambas posiciones parecen tender hacia un pluralismo ontológico que permitiría a las entidades químicas y físicas existir con el mismo grado de realidad. Sin embargo, en ninguno de los dos casos se propone un marco general que brinde fundamentos filosóficos a tal posición. Este marco será precisamente aquello que viene a brindar el pluralismo ontológico de raigambre kantiana.

4. Pluralismo ontológico de raigambre kantiana La explícita defensa de la autonomía ontológica del mundo químico fundada en un marco filosófico pluralista aparece por primera vez en un artículo de Olimpia Lombardi & Martín Labarca (2005), donde la argumentación toma como punto de partida el realismo internalista de Hilary Putnam. Putnam comienza su libro Razón, Verdad e Historia afirmando que la aceptación de la dicotomía objetivo-subjetivo conduce inevitablemente a la elección entre dos alternativas excluyentes: o bien la adopción de la teoría de la verdadcopia, que presupone la existencia de un mundo objetivo, independiente de la mente humana, que admite como única descripción la “Teoría Verdadera”, o bien el rechazo de la teoría de la verdad-copia, que conduce a una perspectiva relativista según la cual sistemas de pensamiento, ideologías y aún teorías científicas son consideradas inevitablemente subjetivas. La estrategia de Putnam consiste en rechazar la tradicional dicotomía objetivo-subjetivo; su propósito es encontrar un término medio entre realismo metafísico y relativismo radical. Putnam denomina su postura “internalismo” o “realismo internalista”, que se opone al “externalismo” o “realismo metafísico” al cual suele referirse como “la perspectiva del Ojo de Dios” (Putnam 49). Según el externalismo, los objetos del mundo existen independientemente de nuestro conocimiento —mente, lenguaje, esquemas conceptuales— y constituyen una totalidad fija. Por lo tanto, existe una única descripción verdadera y completa del mundo ‘tal como es en sí mismo’, cuya verdad consiste en la correspondencia entre las palabras y los objetos. Al presuponer que la referencia del lenguaje es una cierta relación entre las palabras y una ontología independiente, el externalismo requiere un punto de vista no humano, el Ojo de Dios, para determinar la referencia de las palabras y, con ello, el valor de verdad de sus enunciados. Como afirma Pérez Ransanz, la clave para comprender los desacuerdos entre externalistas e internalistas se encuentra en la noción de objeto. Para

[115]


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.