ALFRED LAMBREMONT WEBRE, JD, MED
saber exactamente dónde termina el agujero de conejo de la conspiración global. ¿Hasta dónde llega la supresión? ¿Va más allá de esta vida? ¿Va más allá de este planeta? Bueno, puede que la respuesta a ambos interrogantes sea “sí”. Después de pasar años de investigación desentrañando las muchas capas de corrupción política, corporatocracia, vigilancia, ataques de falsa bandera, banca central, OGM, geoingeniería, sionismo, líneas de sangre Illuminati, el plan oculto de radiación, ovnis y extraterrestres, intervención alienígena y más, llegamos a darnos cuenta de que la verdadera fuente de la represión está en la intersección de la consciencia y la conspiración. ¿Por qué? Porque la conspiración se trata de suprimir la idea de quienes somos. Se trata de convencernos de que no somos nada, nadie. Se trata de convencernos de que solo somos una máquina biológica, apta para servir simplemente como un engranaje en una máquina o como lo dijo Pink Floyd, un ladrillo más en la pared. La ciencia dominante hasta el día de hoy todavía niega la existencia de la conciencia solo porque no puede manejarla con los 5 sentidos. Su solución simplista es ignorar cualquier cosa que no pueda medir. Hay muchos investigadores que no pueden contemplar este tema, o se niegan a tocar este terreno, porque choca con sus sistemas de creencias, como los sistemas de creencias religiosas (la otra vida es el Cielo o el Infierno, o 100 vírgenes, pero nunca podría ser una red de almas), sistemas de creencias científicas/ materialistas (no existe un alma o conciencia) u otros sistemas de creencias (no existen extraterrestres o alienígenas, etc.).
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