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OPINIÓN
concepto es más importante que la organización, y la de los 80, donde surge una forma de expresión más allá de la estrictamente colegial. Quien esto suscribe tuvo plaza en el burladero de aquel inenarrable espectáculo de todo un pueblo buscando, pacíficamente, despejar un futuro peligroso e incierto que clarificar. Por eso conserva la memoria histórica de planteamientos de filosofía política y sociológica, junto a las miles de anécdotas y ocurrencias personales y de grupo que ilustran el telón de fondo. Siendo ministro de Sanidad contemplo, en primer plano, cómo en el sector sanitario se mostraban todo tipo de presentaciones colectivas con ánimo representativo excluyente: colegios tradicionales, colegios sindicales, sindicatos de clase (Blázquez, Amerigó, Fernández…), profesionales, etc., en verdadero desconcierto tras la búsqueda de naturaleza, fines y organización suficientes. También detenta alguna autoridad testimonial y testifical de cómo la barbilampiña inexperiencia de cada tiempo tiene siempre que machihembrar con la trayectoria, cansina pero experta, tanto en aciertos como errores del pasado, más o menos inevitables. Una sin la otra no formarían crisol de confianza. Y luego, y sobrevolando las ofertas, están las personas, nunca antes. Aquel tiempo buscaba, sobre todo, ideas, a veces sin que éstas se concretasen en 'ideología'. Después, los líderes, aunque justo es reconocerlo, casi todos con personalidad desbordante.
frente al muro totalitario de la organicidad, el encorsetamiento o la manipulación desde las Administraciones. Un último apunte conmemorativo de los 35 años transcurridos desde su fundación podría referirse al intento de los Presidentes de los colegios profesionales sanitarios de Madrid en constituirse en una Unión Profesional Sanitaria Autonómica, que llegó a dotarse de unos Estatutos incipientes, nunca formalizados. Pero el intento de Pedro Gómez Agüero, Javier Matos, Leocadio León y otros, aunque fallido finalmente, fue demostrativo de cómo en los años 80 se vivió intensamente la intención colegial de 'organizarse'. Hoy, la Unión Profesional ( 1.000 Colegios Profesionales, y 1.5 millones de profesionales liberales) son una muestra cualitativa de presencia, criterio y colaboración con los poderes públicos, de un colectivo importante en la vida civil de las gentes de España. Que ya tiene 35 años, y que merecen una atención aunque sea tan liviana como la de estas líneas. En medio del fragor electoralista de estos momentos es curioso que no se planteen aquellos eternos problemas de la liberalización de los colegios profesionales. Pero el debate está ahí, anclado en prejuicios e intereses que, seguro, otra vez, una vez más, habrá que abordar, con la sensatez, serenidad e interés nacional que caracterizan este pasado tercio de siglo, la Unión Profesional.
Pocas veces se encuentra en la extensa controversia conceptual española un tema tan polémico, debatido y manoseado como el de la colegiación de las profesiones Consecuentemente, ahora, sobre lo que pretenden decir estas líneas, sobrevuelan preguntas más concretas: ¿Hubiese sido posible la Transición ideal sin el perfil clarividente de Suárez?. ¿Hubiese sido posible sin Pedrol Rius, Presidente del Consejo General de Colegios de Abogados y Senador de libre designación real, el tránsito del concepto de Colegios de las Leyes de 1974 y 1977 hasta llegar al art. 36 de la Constitución española?. Y, una vez constitucionalizado el concepto de colegio profesional, ¿los presidentes de Consejos Generales se hubiesen atrevido a conformar e ir puliendo la Unión Profesional, tildada desde sus comienzos como sindicato de la 'galaxia brillante', o como refuerzo del 'funcionamiento centralista' de la colegiación?. Pasaron los primeros recelos, sobre todo el de la presumible acción sindical que se pudo entender como meta final, pero sigue la pugna conceptual sobre los eternos problemas de la colegiación, sus fines, su naturaleza jurídica, funciones, composición, control, obligatoriedad, etc. Y hay una defensa 'civil' propia de los interesados y ajena al ruido estridente de los partidos políticos. Defensa que, como dicen los deportistas, ha resultado ser el mejor 'ataque' de las libertades, en este caso profesionales, nº 158 g noviembre-diciembre 2015
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Profesiones g 49