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ENCUENTROS PROFESIONALES
«En las sociedades más desarrolladas hay colegios profesionales»
José Carlos Díez, economista y escritor, es uno de los divulgadores sobre economía más reconocido actualmente. Eugenio Sanchez/Esther Plaza ¿Qué características principales tiene un «economista observador»? La cita es de John Keynes y supone que tienes que tener una buena base teórica y una estructura conceptual de cómo funciona la economía y también una serie de habilidades que no se aprenden en la universidad: inquietud por el conocimiento, por la política, por la sociedad, por la psicología y el comportamiento humano. Es un atributo (observador) muy complicado. No es fácil este mundo de la observación y la divulgación, aunque tiene una parte bonita. Se trata un poco del mensaje de mi último libro: poner al hombre en el centro de las cosas. De esta manera, ves que la economía sirve para algo, que ayuda a la sociedad, entra en el debate de ideas. Esa para mí es la parte más gratificante. En el apartado «Sobre mí» de su blog, El blog del economista observador, afirma que tuvo una educación con valores. En un momento en el que parece que se está asistiendo al rescate de estos en algunas facetas de la vida, ¿qué cree que está sucediendo con la economía? A mí me educaron en valores muy cívicos más que morales: cómo convivir en una sociedad tan compleja, cómo respetarte a ti mismo. En cuanto a la economía hay que tener en cuenta que en el ser humano hay un componente animal (instinto de supervivencia) y el dinero es un mecanismo que altera nuestra parte animal. O tienes muy claro y muy desarrollados el resto de valores para apoyarte o es muy fácil pervertirte por el dinero. En mi caso personal, yo no cambio el dinero por la libertad. Lo ideal sería que la sociedad fuera más una sociedad de valores y abandonar la idea del dinero como «becerro de oro». En este tipo de encuentros que estamos manteniendo con diversos profesionales liberales reconocidos, hay algo en común que suelen poner de relieve: la importancia de la divulgación. Háblenos sobre este aspecto en su caso. Ojalá la crisis no se hubiera producido, pero una vez que se produce tiene que servir para sacar lecciones. Lo que ha pasado con esta última crisis es que el paradigma económico presente desde hace 25 años está en cuestión: los economistas no vimos esta burbuja de crédito internacional. Por lo que nos 22 g Profesiones
encontramos en ese proceso interno de buscar un nuevo paradigma con debate abierto muy interesante incluido. Si de esta crisis aprendemos que el crédito no puede crecer a un 35 %, que la economía tiene ciclos… Hay una serie de componentes que, si sirven, con ellos podríamos evitar que vuelva a haber una crisis de esta magnitud en los próximos 70 años. Ese es el objetivo. Desde su experiencia en el mundo universitario como profesor de Economía, ¿cree que a la actual formación en esta materia le haría falta incorporar más aspectos sociales? Sinceramente, creo que metimos demasiadas matemáticas. Hay que recordar que la economía siempre ha sido una ciencia social. Sin embargo, hay un componente de desarrollo matemático muy fuerte que quizá pueda haberse convertido en la hojarasca que no te deja ver el bosque. Con esto no digo que no tenga que haber matemáticas, pero cuando descriptas el modelo matemático hay que bajar a realidades concretas porque el abuso de las matemáticas ha llevado históricamente a cometer muchos errores. La economía estudia el comportamiento humano ante problemas económicos y tiene un componente de psicología, de antropología, de sociología y de política porque analiza, al fin y al cabo, comportamientos sociales. El economista tiene que tener un componente social muy importante.
Interés general
En su último libro afirma que «los gobiernos están obligados a tomar decisiones en las que prime el interés general». Esto es algo que se lleva defendiendo desde muchos sectores de la sociedad civil, entre otros, las profesiones colegiadas. ¿Cree que debería haber mayor nivel de interlocución entre el Gobierno y los sectores profesionales de nuestro país? A través de, por ejemplo, las redes sociales puedes pulsar acciones sin necesidad de hacer encuestas y además en tiempo real. No obstante, hay parte de la sociedad civil, no solo en España, que tiende a culpar de todo al Gobierno. Cuando tú pides mayor interlocución con el Gobierno, debes ponerte en la posición de este y saber qué harías tú si estuvieras en la posición del Gobierno a la hora de tomar la decisión. Hay que participar en la sociedad de manera activa, lo que evitará monopolios, nº 157 g septiembre-octubre 2015