UyL nº 355 Noviembre 2017

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14 Unidad y Lucha

Noviembre 2017

Juventud

¿... y quién dijo que en la Revolución Rusa la

juventud no tuvo una destacada participación? NATALIA AK

L

a revolución de octubre de 1917, como toda transformación social fue una obra de las masas. El protagonismo y la fuerza fundamental de aquel proceso estuvo en la clase obrera a la que se sumaron otras clases sociales. Sin embargo, uno de los actores poco referenciados en la etapa prerrevolucionaria y durante el triunfo de la revolución, es la juventud, pero ésta tuvo un significativo accionar. Los primeros grupos marxistas aparecieron a inicios del siglo XX entre los obreros, pero también en las universidades y colegios. En ambos espacios los más entusiastas y enérgicos activistas fueron los jóvenes, Lenin y Stalin fueron ejemplo de aquello. Lenin entró en contacto con las ideas marxistas a los 17

espacios estudiantiles, afirmó sus convicciones en el trabajo político junto a los obreros y se consagró con el triunfo de la revolución como el dirigente máximo de ese proceso y del Partido Bolchevique hasta el día de su muerte.

años. En 1887 fue expulsado de la Universidad de Kazam por generar una revuelta estudiantil, en su detención un policía le dijo: “¿Para qué alborota joven, si ante usted se alza un muro?, a lo que Lenin respondió: Un muro, sí, pero podrido, basta un empujón para que se derrumbe.” Lenin inició su vida política en los

vitalidad provocaron y protagonizaron las revoluciones de 1905, 1917 y la revolución socialista de octubre de 1917. La juventud luchó desde el inicio por los cambios estructurales,

los bolcheviques fueron la expresión joven y revolucionaria de la política que se opuso al pasado y que conquistó y construyó el mundo nuevo, el socialismo.

Stalin, por su parte, ingresó a los 14 años al Seminario de Tiflis, en el que se vinculó al círculo marxista de obreros y estudiantes Massame Dassi. De aquel lugar fue expulsado cuando tenía 18 años por su accionar político y protagonismo en hechos ilegales contra el orden establecido, desde ese suceso y de forma ininterrumpida Stalin entregó su vida a la lucha por la revolución. A estos dos grandes hombres que iniciaron su vida política en la juventud los acompañaron miles más, que por su conciencia, audacia fuerza y

VECINOS, VECINAS Y ESTUDIANTES J-PCPE

casi 10 kilómetros de largo y 5 metros de alto que, literalmente, divide en dos mitades todo el área metropolitana de la ciudad de Murcia para la construcción de un tren de Alta Velocidad a precios impopulares y que servirá para mover mercancias a un coste mucho menor del que resultaría de enviarlas por carretera. Fruto de esto, los barrios al sur del muro -habitados principalmente por familias trabajadoras y pequeños propietarios, aunque también alguna mediana empresa- se quedan marginados en beneficio de unas pocas grandes empresas.

Las y los comunistas no pararemos de repetirlo: el capitalismo no acepta reformas, es un sistema completo, con sus propias leyes y que aplasta todo aquello que no esté del lado de los

intereses del grupo dominante (en la actualidad el gran capital monopolista). Como murciano, hay un asunto que ejemplifica perfectamente esta situación: la construcción de un muro de

La juventud se encuentra muy ligada al ámbito estudiantil, donde la herramienta fundamental de lucha que tenemos es el sindicalismo (al igual que nuestros padres y madres en sus puestos de trabajo). Las luchas por mejoras inmediatas en el entorno capitalista actual son necesarias, como en el caso de las luchas estudiantiles por tumbar la LOMCE; sin embargo, vemos que en muchas ocasiones esta lucha trasciende el propio ámbito en el que nos desenvolvemos. Como en el caso educativo, el problema va más allá de que el gobierno de turno nos quiera imponer tal o cual modelo de enseñanza: el problema es la necesidad del sistema capitalista de poner la educación a su servicio, adaptándola a las nuevas situaciones que se le presentan.

Como vemos, en estos dos casos el problema va mucho más allá de lo que a priori pueda parecer. Partir una ciudad en dos no es un capricho del Ministerio de Fomento, es una necesidad del capitalismo español para poder asegurar unas mejores ganancias. Al igual que convertir la educación en un negocio es una necesidad básica para adaptarse a las demandas de la UE, títere de los monopolios europeos. Por tanto, la lucha vecinal y la lucha estudiantil, pese a ser luchas por reivindicaciones en ámbitos diferenciados, comparten un denominador común, ambas combaten un mismo enemigo mayor de lo que sus propias herrramientas de lucha les permite combatir. Para obtener una victoria definitiva, deben embarcarse en una lucha polí-

tica -entiéndase la lucha política como la disputa por el poder efectivo-. Lo que libran el estudiantado y el vecindario es una batalla contra los capitalistas y sus propios instrumentos de poder. Y es aquí donde el Partido Comunista de los Pueblos de España adquiere sentido. La clase obrera se encuentra dominada de diversas formas y todas ellas van vinculadas. Una victoria de los vecinos de Murcia o de la mujer por su liberación es una victoria de toda la clase trabajadora. Y es por eso que un partido comunista -como el PCPE en España- es el instrumento de lucha bajo el cual los trabajadores y trabajadoras del mundo se organizan para derrocar toda forma de dominación de una élite que solo mira por sus propias necesidades.


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