(EFE/Alberto Martín)
como muchos niños de Funchal—la capital de la isla portuguesa de Madeira donde nació, con los pies descalzos para jugar al [fútbol] soccer. Desde los 6 años, el pequeño Cristiano Ronaldo acompañaba a su padre a las instalaciones del mo-
desto club local Andorinha, donde trabajaba como empleado de mantenimiento. Cuando murió su padre en 2005, la pequeña casa en la que vivían los Ronaldo estaba vacía, porque el ayuntamiento la derrumbó para
evitar que los fotógrafos del mundo entero continuasen mostrando la pobreza en la que creció el astro luso de 24 años. Al cumplir 10 años, los grandes equipos de la isla (Marítimo y Nacional) ya se lo disputaban. Final-
(AP/Daniel Ochoa de Olza)
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