H ISTORIAS
DE RUTA
Néstor Hernández, conductor de Cita
El arte de la sencillez Hay historias sencillas. La de Néstor Hernández es una de ellas y es lo que la hace especial porque sostener la sencillez, en estos tiempos complicados, se ha vuelto un verdadero arte. Por Stella Maris Pussino Nació en Santa Lucía, de Canelones, hace 43 años, bajo el signo de Tauro y los pies en la tierra. Es el hermano del medio de una familia dedicada a la viticultura y aprendió a conducir a la temprana edad de 11 años, como la mayoría de los niños que nacen y viven en el campo. Había un molino lindando con la chacra de sus padres, sobre la ruta 81 en el kilómetro tres, y a veces se escapaba para ayudar en la faena harinera. Mover un tractor o conducir el auto del abuelo en esa edad en la que la estatura del mundo es la de los gigantes, fue para él más que
un bautismo, un rito de iniciación en el trabajo que sería sin duda manifestación de su vocación. “Tres años seguidos quemó la helada”, cuenta para explicar que la pérdida sucesiva de las cosechas llevó casi a la ruina a sus padres, y entonces, él con quince años, les dijo que se “revolvería” por su cuenta para colaborar con la economía del hogar. Primero lavó los camiones que llegaban y salían del molino vecino; después se empleó en una estación de servicio y, en 1989, el mismo año en que se casó, comenzó a trabajar contratado
como chofer de un ómnibus que arrendaba sus servicios a Cita. La crisis terminó y su familia salió nuevamente a flote, pero Hernández no volvió a la actividad rural y no porque no le gustara. “Las cosas se dieron así. Prefería el movimiento, fue eso, pero además me había ido muy bien. Nunca tuve problemas laborales”, confiesa. En pocos años, aunque no sin esfuerzos, pudo hacerse la casa y construir una familia. Sus dos hijos, Mateo y Lauro tienen hoy, respectivamente, 14 y 10 años, y al mayor no le dio a elegir, como hicieron con él sus padres. “Ya
TIERRA ADENTRO.- Néstor Hernández nació en Santa Lucía hace 43 años, en el seno de una familia dedicada a la viticultura.
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