TODASADENTRO_N˚566

Page 5

música

www.ministeriodelacultura.gob.ve

sábado 27 de junio de 2015

5

HABITANDO EL TIEMPO

Para el baterista es imposible no coquetear un rato con el jazz. Hay gente que dejó la vida para que esto sonara así

La batería llegó a Venezuela junto a las bandas marciales

que cubra una vacante como profesor en el núcleo del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela en San Antonio. Desde hace año y medio, en todos los núcleos del Sistema, se aplica el estudio de la música popular, además de la académica. Se crearon los proyectos de Música Latinocaribeña, el Big Band Jazz, Alma Llanera y la Orquesta Afrovenezolana. Después de ese impulso, Pancho se propone trabajar junto con el Big Band Jazz. Antonio Mallorca –director en ese momento del núcleo San Antonio- lo invita a asumir la dirección del proyecto. “Es una suerte de Big Band escuela conformado por niños y niñas. Son chamos que no tienen la formación del jazz desde sus inicios pero que leen música. Aprovecho esas habilidades para que entiendan el

lenguaje que se utiliza al interpretar el jazz”, asevera. La experiencia docente le ha servido de aprendizaje. Según él, el trabajo con niños y niñas requiere de un esfuerzo especial, debe ser muy cuidadoso al momento de hacerse entender. Sus alumnos suelen ser completamente sinceros cuando no logra captar su atención, le dicen sin más: “estoy aburrido”. Sin embargo, eso le permite establecer un intercambio de saberes, nutrirse de lo que ellos y ellas tengan que aportarle y viceversa.

Presentación improvista Pancho Montañez ha grabado alrededor de 15 discos con otras agrupaciones musicales, Improvisto es el primero que lanza como

Breve historia de la batería Fue en Nueva Orleans, finales del siglo 19, cuando comenzó a formarse el caldo de cultivo para el nacimiento de un nuevo instrumento musical: la batería. Esta ciudad se acababa de independizar de Francia y estaba en un proceso de cambio. Debido a la colonización convergen la música europea – francesa y la africana ya que era un punto de encuentro para la venta de esclavos. Así nace el jazz y el soul. En la percusión de estos géneros participaban varios músicos, uno tocaba el redoblante, otro el bombo –como los de orquesta- y otro el platillo. La ciudad estaba pasando por una situación difícil y, con miras de abaratar los costos, comenzaron a reducir personal. Esto conllevó a que el trabajo que antes realizaban tres personas debía hacerlo una sola. Didi Chandler fue uno de los primeros que diseñó un pedal de madera para percutar el bombo con el pie y facilitar que un sólo individuo tocara sólo. Ese germen es lo que ahora se conoce como batería.

baterista solista. Tiene nueve piezas que dan fe del trabajo realizado por el artista, siempre orientado hacia el jazz. Para él este género está relacionado íntimamente con el nacimiento de la batería como instrumento y quien la estudie, también debería conocer un poco de este ritmo afroamericano. Las canciones de esta producción discográfica no tienen mayor conexión entre ellas. Es un disco de presentación en el que trabajó junto a Heriberto Rojas en el bajo, Jesús Azócar como pianista y Juanma Trujillo en la guitarra. #1, Mecánico, Nura, y Panamericana son piezas compuestas por Montañez mientras que Mi nombre es... la compuso junto a José Alejandro Delgado. En un futuro piensa realizar otro disco solista pero con otros integrantes. Camila Lessire Briceño / Miranda Fotos: Mayrin Moreno Macías

Dylann Roof: un engendro del capitalismo Clodovaldo Hernández

clodoher@yahoo.com

El capitalismo hegemónico metaboliza rápidamente los hechos que ponen en evidencia sus terribles vergüenzas. Acaba de pasar con la matanza de nueve personas negras en Charleston, Carolina del Sur, Estados Unidos, perpetrada por un joven blanco de apenas 21 años. El sistema ha procedido a satanizar al autor material, a presentarlo como una mente criminal, un psicópata que merece la pena capital. En el contexto de la espectacular cobertura (la muerte es el principal espectáculo en el show business capitalista), se ha reseñado que un tío del asesino está dispuesto a participar en su ejecución. Se presentan fotos del muchacho, Dylann Roof, haciendo gestos siniestros, y videos en los que explica cómo pensaba dar inicio a una guerra racial. Todo apunta a responsabilizar al individuo y soslayar la enorme culpa que tiene el sistema económico, político, social y cultural de Estados Unidos en conductas recurrentes como el supremacismo racial, los asesinatos en serie, las matanzas en escuelas y universidades y la violencia cotidiana de una sociedad que se presenta ante el mundo como ejemplo de libertad y democracia. Los políticos, especialmente los republicanos (entre ellos, la gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley) se limitan a pedir la pena máxima para el homicida múltiple y en calificar su acción como un delito de odio. Pero, ¿es posible creer que semejante carga asesina es solo producto de la maldad individual? ¿Es admisible escurrir la responsabilidad de la sociedad que pare semejantes monstruos? Un país que ha desarrollado su poderío mundial sobre la base de las bombas, de los misiles supersónicos y los portaaviones nucleares puede señalar con el dedo a un casi adolescente que abriga ideas destructivas? ¿Un país en el que estar armado es quizás el principal derecho constitucional, puede rasgarse las vestiduras ante la sangre derramada?


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.