Santiago a Pedales

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7. Acomodándote al clima “No existe mal tiempo, sólo ropa inapropiada…” Sir Ranulph Twisleton-Wykeham-Fiennes, aventurero británico. Increíblemente, en Santiago, donde llueve en promedio sólo 15 días al año, hay gente que piensa que llueve “demasiado” para andar en bicicleta ¡Qué dirían los porfiados daneses, que con lluvia o nieve, igual se mueven felices pedaleando! De hecho, es probable que el sol sea más problemático que el mal tiempo, así que aquí van algunos consejos de l@s expert@s.

Para andar más fresc@ los días de sol 1.

2. 3. 4.

Siempre lleva agua, preferentemente en una botella sellada de acero inoxidable, ya que el plástico se deteriora con el calor y puede liberar sustancias tóxicas para la salud humana. Además, las botellas plásticas contaminan mucho, matando a especies marinas y destrozando la belleza y la salud de nuestro planeta. El agua de llave de nuestra ciudad es buena – si te molesta el sabor a cloro, déjala un rato (en el refrigerador si te gusta fría) con la tapa abierta, para que se evapore; Una toalla pequeña y un abanico son excelentes accesorios; llegando a tu destino, toma un momento para abanicarte, si hay un poco de sudor mejor, puesto que el movimiento del aire es muy refrescante; Ocupa siempre protector solar y/o una camisa de mangas largas, para evitar quemaduras u otros daños a la piel; ¿Se acuerdan de esas épocas pasadas donde los sombreros y los guantes eran la última locura? Bueno, ahora es tu oportunidad, ocupa sombreros bonitos, que te alegran el alma y te protegen la piel. Y ojo: como el sombrero agranda tu cabeza, al mirar antes de cambiar de pista, ayuda para que los conductores te vean.

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SANTIAGO A PEDALES, GUIA PARA DISFRUTAR LA CIUDAD EN BICICLETA


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