Empire Magazine #17

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MART OHELL 0 1 / 1 0 / 2 0 1 1 , N AU C A N ’ O L I VE RE S, M A RT O RE L L Si hay algo característico de octubre por estas tierras es el festival Martohell que se realiza año tras año en la localidad de Martorell. El festival ha ido ganando importancia y peso con los años, y dónde antes tan solo traían un grupo internacional, ahora llegan a tener un cartel con grupos de alta calidad como “Lie in Ruins”, “Enforcer”, “Tank” o “Bulldozer”. Todo esto enriquecido con bandas nacionales de la misma –o mejor—calidad, tales como “Maleït”, “Ered”, “Vivid Remorse” u “Obsidian Kingdom”. Pero no solo de conciertos vive el Martohell, sino que también puedes darte una vuelta por la parada de merch oficial, hacer tiro con arco por un módico precio o sentarte en una de las mesas fuera del recinto y escuchar música mientras bebías una cerveza. El recinto en sí se dividía en dos escenarios, donde las bandas se iban alternando. A destacar la decoración del “Shake Your Brain Stage”, donde al principio los espectadores hacían apuestas sobre si era una manualidad de alguna hija de los colaboradores o un ex-presidario se encontraba en nuestras filas y había expuesto su trabajo de reinserción social. Mis disculpas por semejantes pensamientos, al final resultó ser la obra de un autor de renombre que la había cedido amablemente a la organización del Martohell. Llegué casi a las cinco de la tarde al recinto, por lo que desafortunadamente no pude ver el concierto de VX, que por lo que me han contado, atrajo a unos cuantos mini thrasherillos a darlo todo. De la que si pude ver aunque solo fueron las dos últimas canciones, fue la actuación de Traw. No siento ni un ápice de lástima por no poder disfrutar del concierto entero, ya que, no fueron para nada de mi agrado. Definitivamente tienen que trabajar más esa voz. Así pues, la primera banda que vi en todo su “esplendor”, fue Obsidian Kingdom, que presentaban por primera vez en directo a la nueva formación. Mi experiencia con ellos se remonta años atrás, en 2007, donde pude verlos en un par de ocasiones y teniendo en cuenta que tan solo he escuchado su primer ep “Matter”, podía considerar que estaba ante un grupo totalmente nuevo para mí. Y así fue, como ya tenía entendido, lo que hacen ahora no tiene nada que ver con lo que eran antes, pero fueron una grata sorpresa. Seré sincera, me daba bastante respeto como podrían llegar a sonar las voces, puesto anteriormente Rider G Omega simplemente se encargaba de las guitarras, y desconocía yo que pudiera berrear de tal forma. Su primera actuación pasó sin ningún contratiempo, donde el sonido les acompañó lo bien que susodicho escenario lo permitía –lo cual era bastante peor al sonido del “Horns Up Stage”--. De los demás cambios de formación, destaco que el de Ojete Mordaza II –seriously, Ojete Mordaza II?—a la batería ha sido un cambio para mejor, y la incursión de teclados lo hace más interesante –a la par de que no tienen la necesidad de hacer samplers--. Se dedicaron a interpretar mayormente temas nuevos sin olvidar de su “reciente” EP 3:11 del cual tocaron los temas “Prey” y “Maze”. Fueron en total siete temas de música experimental y que aportó algo fresco y nuevo al festival, donde se les veía muy felices de estar encima del escenario, todo enriquecido por el festival del humor que tenía montado Rider G Omega que culminó finalmente a la hora de la despedida –a mi parecer, el punto negativo de la banda, demasiado fría para ser la “primera actuación”—donde chocó con una de las obras colgantes del escenario. Ya que no hubo mucho público durante la actuación – unas 30 personas, más o menos—les animo a todos a que los vean teloneando a Moonspell el 7 de diciembre, acompañados de los mallorquines Helevorn. Tras ellos, llegaba la actuación que más esperaba de la noche, demasiado pronto a mi parecer. Lie in Ruins llegaban al “Horns Up Stage” a eso de las seis de la tarde pasadas, con su death metal más clásico desde Finlandia. Con un público mucho más animado, los finlandeses lo dieron todo pese a que contaban con un batería distinto –Ville del grupo Maveth-. “Raging Fire” o “Swallowed by the Void” fueron dos de los temas más vitoreados y donde Roni destacó más su poderosa voz acompañada del increíble trabajo en la guitarra de Tuomas. Pero sin duda el momento cumbre de la actuación de Lie in Ruins llegó cuando Roni preguntó “¿Os gustan Bolt Thrower?” y empezaron a tocar “For Victory”. Consiguieron transportarme de nuevo a ese glorioso concierto que dieron Bolt Thrower en el Hellfest, lástima que el tiempo no les acompañara y no pudieran tocar “Left Hand Path”, otra de las covers que tenían preparada. Honestamente, Lie in Ruins se merecían tocar más entrada la noche, donde el juego de luces hubiese ayudado mucho a la escenificación del concierto. La increíble actuación de Lie in Ruins quedaba finalizada para dar turno a Hyde Abbey, que eran quizás los que más desentonaban en el público. No creo que los chicos lo hicieran mal, pero ellos encajaban poco ahí y el público no pareció colaborar en absoluto a que el ambiente mejorara. Necesitaré una ocasión mejor para juzgarles, porque en ese momento, no me parecieron nada del otro mundo, pese a que se han hecho un hueco entre la escena harcore catalana. Lo mismo me ocurriría con Jotnar, llegados desde las Canarias con su death metal melódico modernísimo digno de una banda tributo a In Flames. Si algo de lo que peca este género es de poco original y lo que más se necesitan ahora son bandas que aporten frescura a la escena. Jotnar no fueron uno de ellos y yo decidí abandonar su actuación para tomar un poco el aire y prepararme para algo que realmente me gustara: Ered. Cabe decir que ha sido de las veces que más me han gustado y donde por fin tenían el público que se merecían –pues recuerdo que cuando Asphyx, los pobres actuaron con un sonido pésimo ante un público bastante reducido--. Empezaron con “Through the Black Gates” de su último trabajo “Goatworshipping Metal” del que prácticamente salió casi todo el repertorio de esa noche. “Burn the Book of Lies” “Winds of Damnation” o “Diabolical Raids” fueron de los temas más seguidos por el público. Informar que entrada la noche en este escenario se iban pasando una serie de proyecciones basadas en imágenes al azar que “seguían” el ritmo de la música. Pues debo decir que más que favorecer las actuaciones, más bien las perjudicaban. ¿Un grupo de black/ death como Ered con imágenes de Luis Royo y Victoria Francés de fondo? No, gracias. También hubo tiempo para las covers en el caso de Ered y versionaron “Call from the Grave” de Bathory. El espectáculo de los de Barcelona terminó con “Black Leader and Blood”, de su primer cd, dejando más que satisfechos a todos los asistentes, que no pararon de alzar brazos y hacer headbanging en todo momento. Lamentablemente, se juntaron varios factores que me impidieron disfrutar de la actuación de Tank. El primero, es que no soy una amante de lo clásico, y el segundo es que en algún momento debía cenar. Por lo que me han contado los ingleses de la NWOBHM eran uno de los mayores reclamos que tenía la gente para asistir al Martohell y muchos de ellos se arremolinaron en las primeras filas. Una vez cenada y provista de una buena cerveza, me dispuse a asistir a la actuación de Vivid Remorse. Ellos dicen que hacen thrash metal, yo los veo más como en medio de este estilo y el punk de la vieja escuela. Etiquetas a parte, Vivid Remorse dieron un concierto que supo como animar al público ya que cuentan con un frontman, Joel, que no paró de moverse ni un segundo. Tocando temas básicamente de su disco “The Seed of Malaise”, la actuación de Vivid Remorse volvió a verse acompañada de esas proyecciones, que, insisto, me parecieron horribles. Además, los estaban grabando y lo proyectaban por la pantalla, hubiese sido mucho mejor que se dedicaron a proyectar simplemente la actuación. Tras el thrash metal llegó nuevamente el heavy metal, esta vez traído de la mano de los suecos Enforcer. ¡Menudo show! Prácticamente el 80% del Martohell estaba viendo la actuación de Olaf y sus chicos, que no dejaron pasivos a nadie, ya que todo el mundo estuvo entregado a ellos. Y no es para menos, viendo como Tobias, el bajista, iba de un lado del escenario al otro, siempre intentando animar a la muchachada. Temas como “Katana”, “On the loose” o la instrumental “Diamonds” hicieron vibrar com fuerza el “Horns Up Stage”. Quizás fue “Take me to Hell” la canción que más retumbó en el polígono, y Enforcer daban por terminada una brillante actuación para el deleite de los más clásicos, esta vez de una mano mucho más joven que Tank. Sin apenas descanso, “Maleït” irrumpían con su black/death rural –una pena que no trajeran su atrezzo con la hoz y demás—en el escenario de al lado. Esta actuación era un poco especial, ya que era el estreno de su nuevo guitarrista Wilkhiem (ex-Foscor), lo cual encuentro un gran acierto, pues el fallo que siempre les veía a los de Terrassa es que quedaba un poco pobre tener solo una guitarra. Solventado este pequeño fallo, puedo decir que Maleït nos brindaron una de sus mejores actuaciones presentando su nuevo cd “Maleïnt el Món”. Así tocaron temas

VIVID REMORSE

OBSIDIAN KINGDOM

LIE IN RUINS


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