Edición 2015
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Miércoles, 29 De Abril
Tu mejor guardaespaldas “No tendrás temor del pavor repentino, ni de la ruina de los impíos cuando viniere, porque Jehová será tu confianza” Proverbios 3:25,26
E
l rey Nabucodonosor dio una orden, quería que todo hombre al oír el sonido de algunos instrumentos, se arrodille y adorara a una estatua de oro. Y declaró que quien no hiciera esto sería echado al horno de fuego. Tres varones judíos tenían temor de Dios. Sadrac, Mesac y Abegnego fueron llamados por el rey, pues ya le había contado que ellos no estaban cumpliendo la orden de adorar a la estatua de oro. Cuando estos jóvenes llegaron ante el rey, fueron cuestionados por el asunto y ellos respondieron con seguridad que su Dios los podía librar y que si no los libraba, seguirían siendo fieles. Existe una línea muy fina entre enfrentar el temor y concentrarse en él. Ellos habían decidido obedecer a Dios, comprendiendo que esto era lo mejor. Habían pasado por el fuego para testimonio. De esta forma el rey pudo reconocer al verdadero Dios y declaró con su propia boca delante de los gobernantes: “...Bendito sea el Dios de ellos… que envió su ángel y libró a sus siervos que confiaron en Él, y que no cumplieron el edicto del rey, y entregaron sus cuerpos antes que servir y adorar a otro dios que su Dios. Dan. 3:28 Al salir de tu casa, permite hoy que Dios sea tu mejor guardaespaldas y verás que “No tendrás temor del pavor repentino, ni de la ruina de los impíos cuando viniere, porque Jehová será tu confianza”. Lency Thoby Guillen
121 Deboxional 2015