b e n e f i c i o s q u e f l u y e n desde el t e m p l o
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milagro. El desembocar el río Jordán en el mar Muerto nunca lo había endulzado ni lo había hecho adecuado para peces. Pero el río del templo de Jehová sí sanó esas aguas. Las hizo dulces, de modo que comenzó a haber peces viviendo en esas aguas.