Viene de la Pag. 8
rodeando cerros, subiendo y bajando hasta llegar a San Rafael, primer pueblo en el municipio de Ures. Tienda y hotelito, además de pan casero se ofrece en esa parada.
Llegando a Ures, un trayecto para repetir El viajero que se acerca a Ures procedente del poniente (carretera HermosilloUres), luego de pasar sobre el puente Lo de Nava, llegará a San Rafael, lugar en el que estuvo el molino harinero de los Morales, escenario de uno de los enfrentamientos más cruentos de la etapa revolucionaria en Sonora. Al lado sur de la carretera se levanta una agradable hospedería: el Hotel San Rafael. Una tienda de conveniencia le recuerda algún refrigerio o botana. La Loma de Guadalupe es el siguiente paso. Aquí flanquean el camino una serie
de fondas como la de Doña Marcela en donde los tamales de elote constituyen la oferta principal. La carne con chile, la machaca, la carne deshebrada, el cocido, la gallina pinta y las sopas son buenas opciones para satisfacer el hambre. Por estos parajes el aire se impregna de los aromas que arrojan las calderas de las moliendas cuando el aguamiel salido del trapiche hierve a borbotones antes de caer sobre los moldes de mezquite donde, una vez endurecido aquel caldo, tomará la forma de pirámides truncadas: ¡la panocha! que da fama a Guadalupe. Y, ya estando en Guadalupe, el mesón de mayor antigüedad de la comarca es el restaurant La Diligencia. La especialidad del lugar: la sin par carne adobada. La preparación de este platillo incluye un paciente proceso de varios días en los que la carne se macera en una mixtura de jugos y de especias bajo el dictado de una ancestral receta que las abuelas
guardaban con el más amoroso celo culinario. Pero antes de ordenar sobre la carta, pida una ensalada de chile verde tatemado en la hornilla y ahogado en fresco queso regional, ¡auténtico deleite! Los camarones empanizados de La Diligencia ya ganaron pluralísimo favor no obstante que se preparan a más de cien kilómetros del mar. Las moliendas del lugar agasajan a sus clientes con el morro, el punto, las cañas “embarradas”, las pepitorias y los ponteduros: genuinos sabores de la infancia. Otro antojito sumamente regional es el jamoncillo que alguna vez fue manualidad exclusiva de Ures. Hoy en día expertas manos también lo preparan en el lugar. La fonda de Lupe, a la salida rumbo a Ures, otra posible elección de buena cocina.
Antes de llegar a Ures, en la Loma de Guadalupe, está la comida típica más sabrosa
Tamales, Carne con chile, Machaca, Cocidos, Caldos, Comida regional Jugo y Dulces derivados de la caña En la Loma de Guadalupe, sobre la carretera Hermosillo-Ures Tel: (623) 232 07 04 GUÍA RÍO SONORA 2014
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