Mendoza lee escribe 1er grado 1er libro

Page 56

Mendoza Lee y Escribe - Parte 3

El uso del cuaderno como registro de las tareas y del aprendizaje es muy valioso. El maestro enseñará a sus alumnos a escribir un rótulo con el propio nombre y a hacer la carátula, A medida que aprenden a leer los nombres de los compañeros pueden recoger los cuadernos y llevarlos al pupitre de la maestra y luego repartirlos (como parte de las responsabilidades semanales asignadas a un par de alumnos por vez). El maestro modelizará en el pizarrón dentro de un recuadro que semeja la página del cuaderno a escribir respetando la diagramación espacial, a subrayar los títulos, a resaltar con color determinada palabra, a consultar el calendario del aula para escribir la fecha, a armar entre todos un brevísimo índice de lo aprendido cada mes. b. Recomendaciones para la evaluación diagnóstica de la alfabetización inicial en el primer ciclo Evaluar es emitir un juicio de valor sobre las características de los aprendizajes de los alumnos en determinado momento. Implica comparar los aprendizajes observables de los niños con los aprendizajes esperados para determinada etapa del trayecto educativo definidos por los documentos curriculares. La evaluación puede ser diagnóstica, de proceso o al final de una etapa. En este momento estamos reflexionando sobre la evaluación diagnóstica que tiene lugar al comienzo del año escolar y que nos permite planificar en función de las características, los intereses y los saberes previos del grupo de alumnos. La evaluación formativa implica comparar el avance de los aprendizajes desde el comienzo del año hasta la finalización del mismo sobre determinadas competencias, en función de las situaciones de enseñanza que le vayamos presentando. Por lo tanto, no variarán las competencias o los indicadores sino el posicionamiento de los alumnos a medida que avanzamos en el proceso educativo. La alfabetización inicial promueve y a la vez exige un cambio cognitivo en el niño que aprende a leer y escribir. Este proceso no es sencillo ni obedece a etapas estipuladas con carácter universal para todos los niños. Por el contrario, es un proceso de aprendizaje altamente complejo y variable según los alumnos, sus condiciones de partida, el proyecto educativo que se les ofrece, su contexto social y personal; por eso mismo requiere enseñanza explícita y cuidadosos ajustes en las diferentes secuencias didácticas utilizadas para promover el aprendizaje y para ello es necesario evaluar permanentemente

54

los logros y las dificultades en cada niño para ir adecuando la enseñanza a sus propios procesos, estableciendo puentes y no saltos al vacío. En el diagnóstico inicial evaluamos los conocimientos que tienen los alumnos para saber de dónde tenemos que partir. Para realizar el diagnóstico debemos seleccionar algunos ítemes clave que nos permiten relevar la información importante para comprender el avance en el proceso de alfabetización. Con respecto a esos ítemes, el diagnóstico debe permitirnos observar el posicionamiento de los alumnos respecto de dichos aprendizajes, su grado de avance. Esto significa que no basta decir tiene o no tiene determinado saber sino que es importantísimo ver el grado en que se está apropiando o se ha apropiado del mismo. A continuación, describimos las cuatro grandes competencias que se evalúan en la alfabetización inicial: competencia oral, competencia alfabética, competencia lectora, competencia escritora. La competencia oral permite observar el desarrollo del lenguaje, la incorporación de estructuras textuales y de vocabulario de la lengua estándar trabajadas en clase, la seguridad en el uso de la palabra a partir de la valorización del docente, la posibilidad de responder ante determinadas preguntas sobre textos leídos en clase o experiencias realizadas. La competencia alfabética permite observar de qué manera y a través de qué resoluciones, aciertos y errores, los alumnos van avanzando en su comprensión del sistema de la lengua escrita. Es decir, cómo se apropian del hecho de que la lengua escrita es una lengua que se usa en otro contexto diferente del que emplea la lengua oral, que tiene unidades de variada extensión, reglas de uso y configuración específica (textos, frases, palabras, letras, signos auxiliares). La competencia lectora permite observar los avances y las dificultades de los alumnos en la capacidad de comprender un texto a partir de determinadas pistas, en el dominio de estrategias de lectura según el propósito lector y las características del texto, en el desarrollo del gusto por la lectura y de su práctica asidua. La competencia escritora permite observar los avances y las dificultades de los alumnos y las alumnas para producir escritura convencional, significativa y adecuada a un contexto.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.