CASCO HISTÓRICO DE TAMARITE
Para conocer de forma más específica la configuración del casco histórico tamaritano es primordial delimitar y conocer cada una de las secciones, la distribución de las calles y casas más importantes del casco antiguo. Una primera sección sería la zona más primitiva; englobaría la calle Bon Veí y adyacentes como plaza Mayor y plaza del Mesón, próxima a la Iglesia de Santa María la Mayor. Era lógico en aquel tiempo que las viviendas se situaran muy cerca de las iglesias. La mayoría de las casas de esta zona conservan cimientos de época medieval, pero fueron reconstruidas a lo largo del siglo XVII y XVIII como consecuencia de los gravísimos desperfectos llevados a cabo por el general Lamotte y sus soldados. Destaca la denominada Casa del Potacari (Boticario), en la calle Bon Veí; un claro ejemplo de casa noble o palacio rural con dos alturas y la típica buhardilla (punto de recepción de palomas para autoconsumo de los propios residentes de la casa o lucimiento de la misma). Además presenta un pasadizo que fue elemento de separación entre la zona cristiana y la zona judía. En la plaza Mayor, encontramos uno de los edificios de mayor relevancia en la villa. Se trata de la antigua cárcel, recientemente convertida en Punto de Información Turística y Muestra Patrimonial de Tamarite de Litera, abierto los sábados de 9:30 a 13:30 h. y en el que puedes concertar visitas guiadas de lunes a domingo y contemplar reproducciones de obras de arte procedentes de Tamarite de Litera que se encuentran distribuidas en diferentes museos: la tabla de Santo Domingo de Guzmán, la tabla del Calvario y la tabla del Arcángel San Miguel, y la tabla de San Blas de Algayón….
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También es sede de la Escuela de Adultos y de la de Música. Anterior a su función reclusa, el edificio fue sede del Juzgado de Primera Instancia. En los últimos años se ha remodelado su interior, intentando dejar a la vista la estructura original. Destaca la barandilla de piedra pintada. Una segunda sección se enmarcaría en las calles Palau y Caballeros. En las mismas se conservan bastantes ejemplos de palacio rural y casas señoriales. Hay que distinguir entre la calle Palau, cuyas casas están construidas sobre cimientos medievales y reconstruidas tras el desastre provocado por el general Lamotte, a mediados del siglo XVII, y la calle Caballeros, con casas de los terratenientes próximas a las huertas y edificadas en los siglos XVII y XVIII. En la calle Palau se ubicaba el palacio mandado construir por el rey Alfonso II, que más tarde pasaría a manos de Enrique de Trastámara, el cual instaló a su familia en él. Allí nació el rey Juan I de Castilla. Este palacio se extendía desde la plaza Vieja hasta la plaza del Replanell. Actualmente, tan solo se conserva la puerta en la que se instalaban las caballerizas y posiblemente corresponde a la actual casa de “Quico la Petra”, en el número 22 de esta misma calle. Justamente, enfrente se encuentra ubicada la casa Zaydín, con las mismas características de palacio rural, destacando el escudo de la familia compuesto por una faja arriba con los cuatro bastones de gules sobre campo de oro de Aragón, y abajo sobre campo de plata, una cabeza de moro tocada con turbante puesta de frente y bordura de azur con seis roeles de oro. Asimismo, cabe citar casa Campo, con características similares a la anterior. En la plaza del Replanell, justo al lado de la Excolegiata, se encuentra ubicada la Casa de los Diezmos, denominada así porque era el lugar donde los canó-
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