Avis Carmina Separata Literaria, Núm. 1 Cuando se inclina el alma y desciende la espada y el tambor de ruidos incesantes logra callar en medio de los bosques que me crecen por dentro Qué incendio de palabras ondeándose en el viento Qué pradera de soles se inunda por los cielos Si el alma en ese instante se doblegara toda para ser solo estanque solo incienso solo ala Abrirse en cordillera a la humildad más honda a la última palabra dar la vuelta a los dioses de todo amanecer de todo ocaso palpar la vocación nacida entre el escombro de las sangres hacer de cada nota toda estrella parirse de la madre de la tierra reconocer al fondo la rebelde semilla que germina en los lodos que hace de cada uno sólo uno sólo todos
Marco Morin Villatoro
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