La infancia de Jesus/ Evangelio de Jacobo (Jakob Lorber)

Page 213

_____________________________La infancia de Jesus_______________________________ Pero esta vez el Niño no quiso que se la pusieran. Entonces María se puso un poco nerviosa y le advirtió: «Oye, Hijo mío, ¡no es decente sentarse desnudo a la mesa! 19 ¡Si no te dejas vestir, tendré que reñirte!». 20 Al ver al Niño tan tierno, Cirenio, conmovido hasta las lágrimas, rogó a María: 21 «Querida madre, ¡déjamelo a mí, para que por una vez pueda acariciarlo así como está! 22 ¡Quién sabe si en este mundo tendré otra ocasión de que me toque tan infinita suerte!». 23 El Niño le sonrió y quiso ir con él. 24 María lo entregó a Cirenio que se emocionó al tenerlo sobre sus rodillas, donde el Pequeño perneaba alegremente. 25 Cirenio le preguntó qué trozo del pescado quería comer. 26 «¡El trozo blanco aquél que no tiene espinas!», le respondió el Niño, «¿Me lo das directamente en las manos?». 27 Cirenio le dio el mejor trozo y el Niño empezó a comérselo con muchas ganas. 28 Cuando ya hubo comido bastante, dijo a Cirenio: «¡Estaba muy rico! Y ahora ¡vísteme, tú! 29 Pues, cuando tengo hambre, entonces prefiero comer antes y vestirme después». 30 A continuación el Niño dejó de hablar y, todo quieto, dejó que Cirenio le pusiera su camisón. 17 18

230 La escena infantil continúa Cuando el Niño estuvo vestido, Cirenio lo preguntó si no quería tomar otro trozo de pescado. 2 «Ya me gustaría tomar un trocito más», respondió el Niño, 3 «pero no me atrevo porque estoy seguro de que la madre va a reñirme». 4 «Oh, mi Niño querido, si yo te lo ofrezco, ¡seguro que no dirá nada!». 5 «Por supuesto, ¡mientras tú estés aquí, seguro que no dirá nada. 6 Pero en cuanto te hayas ido, me llegará una reprimenda severa. 7 ¡No te puedes imaginar cómo se pone mi madre cuando hago algo que no le gusta!». 8 A Cirenio, esta reacción del Niño le hizo mucha gracia. Por eso le preguntó: «¿Y si yo mismo riñera a tu madre por ser tan severa, ¿piensas que se volvería más indulgente contigo?». 9 «¡No hagas eso, te lo ruego! Porque entonces, en cuanto ya no estés aquí, ¡me tocará una reprimenda de madre y muy señora mía!». 10 Cirenio no dejó de tirarle de la lengua: 11 «Mi Niño divino, si tu madre es tan poco indulgente contigo, ¿cómo es posible que a pesar de todo la ames tanto?». 12 «Porque ella lo hace por su gran amor hacia mí; pues siempre está preocupada de que no me pase nada malo. 13 Ya que me quiere tanto, también Yo la quiero mucho. Y si alguna vez me riñe sin razón, también es con buena intención, por lo que igualmente merece mi Amor. 14 Ves, esa es la razón por la que también ahora me reñiría si me comiera aún un trozo más: Pues, teme que podría sentarme mal. 15 Que conste que no me haría mal. Sin embargo, ahora no quiero pecar contra las ideas meticulosas de mi madre. 16 Cuando hace falta, sé abstenerme y cumplir sus preceptos. 17 Pero cuando no es preciso, puedo muy bien hacer lo que a mí me parece bien... 18 Y entonces no me importa si mi madre me riñe o no. 19 Como ahora no es necesario que coma otro trozo de pescado, me abstengo, para que mi madre no me castigue en cuanto tú te hayas ido». 20 Con mucho amor al Niño, Cirenio continuó preguntando: 21 «Ya que tienes tanto respeto a tu madre terrenal, ¿por qué entonces, hace un momento, no querías aceptar que ella te vistiera? 22 ¿No te echará un sermón por ello, en cuanto me haya ido?». 1

- 213 -


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.