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ESTATAL
28 de enero de 2013
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El Sie7e de Chiapas
CULTURA VIVA
Artesanas de Huixtán, un legado de generaciones Mujeres de corazón alegre que plasman su creatividad en bordados y textiles.
San Cristóbal de Las Casas.- Con más de de 50 años trabajando en el bordado y tejido de prendas y trajes tradicionales, doña María del Rosario Pérez Moshán, del Grupo de Mujeres Artesanas “Tulipanes”, es una de las máximas representantes de la artesanía de Huixtán; sin embargo, con lo que gana dedicándose a esta noble actividad, apenas le alcanza para sobrevivir, por lo que junto con sus compañeras tejedoras pide que el turismo reconozca la calidad de estos trabajos. Originaria del barrio de San Sebastián, en la cabecera municipal de Huixtán, acepta amablemente hablar con este reportero acerca de su trabajo y de la necesidad que tienen las mujeres artesanas de una mayor difusión. “Inicié en este trabajo desde que era yo muchacha, en el año de 1960, con eso ayudaba a mis padres; me gusta porque siempre deja algo, aunque sea difícil de hacer; soy la última hija y yo sostenía a mis padres con el bordado, el trabajo lo empezamos en mi casa, no teníamos un taller”, recuerda. Con un dejo de nostalgia, doña María del Rosario cuenta a El Sie7e de Chiapas cómo aprendió el oficio: “Mi madre, que era muy sencilla, me mandó a que yo aprendiera con una señora, era amiga de mi madre; ahí aprendimos un poco, otro poco aprendimos con lo que vamos viendo de Chamula, Zinacantán o Tenejapa”, pero elaboran prendas originales como el chal, “lo que llevan puesto las mujeres, así se usaba antes”. Menciona que con el tiempo tomó varios cursos de bordado y tejido, para luego formar el Grupo de Mujeres Artesanas Tulipanes, cuyas integrantes hacen chales, chalinas, blusas y todo tipo de prendas típicas de este municipio, “Usamos hilos de seda, hilaza, estambre, son varios tipos, lleva uno o dos meses hacerlo; si no se apuran tarda más tiempo o si lleva varios materiales, cuesta más tiempo”. Comenta que también elaboran una faja, muy tradicional, que
FOTO: ALBERTO HERNÁNDEZ
ALBERTO HERNÁNDEZ EL SIE7E
tiene alrededor seis metros de largo y lleva dos meses hacerla; “esta prenda se usa para amarrar el pantalón del traje tradicional que usan los hombres cuando son servidores, durante tres años, antes así lo usaban, pero con el tiempo ha ido cambiando esta costumbre. La faja, de color rojo, amarra el pantalón, el cual es grande porque se le hace dobleces”, detalla. Reconoce que anteriormente se portaban más estos trajes, “se ha ido perdiendo, perdimos mucho estos trajes porque llegó un sacerdote, antes de 1960 y cambió lo que usan los hombres, ahora se ponen pantalones de mezclilla o de vestir; el gobierno dice que vamos a despertar para hacer tejidos a mano, lo que se hacía antes, que era mejor, tradicional, pero lo he-
mos ido perdiendo, antes era más bonito”. María del Rosario lamenta que en su tienda, como en las del resto de sus compañeras tejedoras de otras organizaciones, que tienen sus locales en el mercado de Huixtán, “se vende muy poco porque no hay gente que venga a comprar, porque no estamos comunicadas; no nos tomaron en cuenta en la anterior administración municipal; tiene más de tres años que estaba pidiendo ayuda, me cansé de pedir, me cansé de hablar, no nos hicieron caso, no querían escuchar, dicen que no valemos nada las mujeres”. Reconoce que hay mujeres que se desaniman porque no hay venta, “entramos al grupo como 22 mujeres hace tres años, ahorita
solo quedamos seis, porque no hay venta o ya no quieren”, aunque expresa que el actual presidente municipal de Huixtán, Waldo Martín Pérez Bautista, “nos está atendiendo, sabe qué necesidad tenemos en el pueblo, no solo del campo, porque también sabemos trabajar en el campo”. “Se requiere que ustedes como periodistas nos hagan favor de difundir para que nos vengan a ver, que pase la información en otros medios, en otros lugares, para que vengan los turistas a visitarnos, a comprar siquiera algo, porque ahora solo venimos a sentarnos y no se vende nada, o solo una prenda se vende al mes, así no podemos sobrevivir, sobre todo las mujeres que tienen hijos pequeños”, refiere.
A pesar de esta triste realidad, jóvenes que integran las nuevas generaciones, como Lucía Azucena Pale Álvarez, de 19 años, no se desaniman: “Me gusta mucho trabajar en la artesanía, quiero que venga más gente a visitarnos, tenemos muchos productos que les va a gustar, blusas, chal, enaguas, fajas, queremos vender porque no hay mucha venta, por eso queremos que venga más gente”. Agrega que es muy difícil hacer estas prendas y es un trabajo que requiere de mucho tiempo; “yo aprendí a los 13 años cuando salí de la primaria, porque como no tenía dinero para estudiar empecé a trabajar en la artesanía, mi mamá me enseñó a bordar, luego me enseñaron a hacer las chalinas, así fui aprendiendo”. “Esta blusa que tengo puesta es un nuevo modelo, pero también hacemos el original típico, hago esta blusa para vender o usarla. Me gusta porque con esto saco adelante a mi familia, porque sin trabajo nadie come. Por eso pedimos que vengan los turistas a visitar, para que conozcan lo que hace Huixtán; yo he hecho prendas bonitas, acá es un lugar bonito, tranquilo y en paz con la gente”. El alcalde de Huixtán, Waldo Martín Pérez Bautista, señala que están interesados en fomentar la comercialización de las artesanías “porque está un poco abandonado, se ha ido olvidando este producto; como municipio estamos comprometidos en apoyarlas, en buscar medios adecuados para que tenga un impacto por medio de la difusión que se pueda dar, pero también ellas que se organicen”. Adelanta que entre las obras a realizar está la de hacer un parador turístico para que ellas puedan exponer sus productos en Huixtán, para que se beneficien de este trabajo. “Pensamos hacer un espacio turístico para aprovechar que pasa mucha gente a Ocosingo, a Palenque, convocamos a que pasen a visitar a Huixtán; están las culturas vivas, conozcan las artesanías, la elaboración de máscaras, la fiesta del carnaval, el templo católico, hay mucho que conocer”, comenta.