El ser humano suele olvidar una premisa primordial: él también es un animal. A lo largo de la historia, cientos de voces se han alzado a favor y en contra de considerar a los animales como seres con sentimientos y derechos, pero una cosa es constante: no sabemos hasta que punto somos responsables del estado interno y externo adecuado, sin dolor y sin sufrimiento del que deben gozar todos y cada uno de los seres vivos con los que convivimos. Por ello vale la pena destacar y dedicar un libro a esas acciones y recomendaciones que debemos llevar a cabo para asegurar el bienestar animal.
Esperemos que lo disfrutes.