animales cuando no habían terminado de morir, robaba presas ajenas, hacía ostentación de su puntería y cantaba canciones obscenas cuando estaba por disparar, sino que después de fallar un disparo dificilísimo contra un ciervo colorado en movimiento, tiró su rifle al fondo de la laguna y pretendió que todos suspendiesen la cacería, después de lo cual se había puesto a dormir en la camioneta, con fuertes ronquidos y hablando solo en medio de una pesadilla. Deberían encerrarlo en Guantánamo,
67