solidario por parte de los asociados de una cuota mensual de $35, la cual les permite entre otras cosas, poder sostener las copas de leche, como así también poder solucionar problemas estructurales pequeños, como la construcción de un galpón para poder guardar las herramientas que utilizan para la construcción de las viviendas. Sergio Costigliolo nos cuenta: “La Tupac no es una opción por los pobres, nosotros somos de acá, vivimos acá, mis hijos viven acá, la visión de la construcción de la casas es otra..., ...Nuestra forma de construcción es lenta pero genuina, acá todos los compañeros discutimos cada acción que realizamos, hasta discutimos el mismo proyecto nacional”. Es claro, la organización se relaciona afectivamente, no es solamente un proyecto político, tiene que ver con el compartir diario de cada uno de los integrantes de la Tupac. La organización sobrevive con recursos
propios y de nación. Los recursos que bajan de Nación consisten principalmente en proyectos productivos; la organización tiene como línea no recibir planes sociales, como así tampoco sus integrantes pueden disputar cargos públicos. La base de la organización se asienta sobre las copas de leche, donde se discute la problemática del barrio, es decir que el trabajo principal de la Tupac es a nivel territorial; Roxana dice: “nuestra base no es una oficina, nuestra base es el territorio”. Las copas de leche se autogestionan de manera solidaria con los aportes propios de los compañeros de la organización, actualmente están bajo la órbita de la Tupac, 7 copas de leche que albergan alrededor de 700 niños, las cuales no reciben ayuda provincial ni municipal para su sustento. Actualmente sólo reciben la ayuda de un grupo empresarial del rubro supermercadista, que les provee $1500 para sostener solo dos copas de
Olga Tesorera de la Cooperativa Camoatí 16
tercera edición