Estrategia Operacional by Roberto L Pertusio

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Estrategia Operacional • Roberto Pertusio

Clausewitz identifica la defensa con una intención negativa, que no persigue más fin que impedir que el enemigo alcance el suyo; en otras palabras, se le niega al oponente la alteración de la situación reinante. Sin embargo, tal negación no puede erigirse como la defensa a ultranza, que es contraria al concepto mismo de la guerra; sino que la resistencia pretende causar al enemigo bajas superiores a las propias, lo que permitiría luego, en condiciones ventajosas, pasar a la ofensiva. Clausewitz utiliza tres vocablos para definir la defensa: rechazar que es en sí el concepto; esperar que es la esencia o si se prefiere la característica; conservar que es en rigor el fin o propósito. Defenderse es dejar al oponente la iniciativa del ataque (o la ofensiva), esperarlo para rechazarlo y evitar así que me prive de algo que poseo. La espera forma parte de la defensa porque es el atacante quien tiene la iniciativa, en tanto que el defensor para los golpes recién cuando el enemigo decide asestarlos. Pero la defensa en el sentido completo del término, y aquí el espíritu guerrero de Clausewitz, supone que en una fase ulterior se devuelven los golpes recibidos, es decir, se pasa al contraataque. Dice Clausewitz: "Si se reflexiona filosóficamente sobre cómo surge la guerra, el concepto de guerra no aparece propiamente con el ataque, porque éste tiene como objetivo absoluto, no tanto el combate como la toma de posesión de algo. Ese concepto aparece primero con la defensa, porque ésta tiene como objeto directo el combate, ya que detener el ataque y combatir son, evidentemente, una sola y misma cosa." (Cap. VII del libro VI La Defensa.) Con relación al fin de la defensa: conservar, dice que es más fácil que adquirir; de donde concluye que a igualdad de medios la defensa prevalece. La ofensiva en cambio procura conquistar, no combatir, de allí que lo primero sea su fin o propósito. La acción va implícita en la actitud ofensiva, que además conceptualmente busca imponerse a través de su iniciativa; de allí su intención positiva. La expresión guerra defensiva implica batallas ofensivas; así como la defensa de un teatro de operaciones implica combates ofensivos. La batalla o el combate, en su conjunto, significa acá defensa y allá ataque. Recalca Clausewitz que la forma defensiva de la conducción de la guerra no es un mero escudo que se limita a detener golpes, sino un escudo formado por golpes hábiles. Dice también que la defensa desgasta al atacante hasta alcanzar el momento en que se invierte la relación de fuerzas.


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