SDCorre MAG 8va. Edición

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SD CORRE MAG | Mayo 2014

cáncer. Además, los riesgos de esta inactividad no se contrarrestan después de la actividad física, debido a que los procesos biológicos y moleculares que se afectan por estar sentado son diferentes a los que se activan con el ejercicio físico diario, es como si estar tanto tiempo sentados bloqueara la acción del ejercicio ya realizado. Para disminuir los efectos negativos de estar sentado, los expertos recomiendan ocupar varios momentos en el día para ponerse de pie, caminar y estirarse. Los cambios de conducta son indispensables para el tratamiento de la Diabetes, y otro tipo de enfermedades relacionadas a la alimentación y estilo de vida de la población. Los profesionales de la salud deben estar capacitados para abordar todos los factores que influyen en la toma de decisiones en beneficio de un estilo de vida saludable. Para orientar mejor a la población en general, y a sus pacientes ,en particular, y que tengan cambios de conducta favorables, se necesita una intervención multidisciplinaria que involucre médicos, psicólogos, nutriólogos, Médicos Deportivos, entre otros, trabajando en conjunto.

Creencia errada. Durante muchos años se ha cultivado la idea equivocada de que a las personas diabéticas no les convenía hacer deporte para evitar que les diera un bajón de azúcar. Se ha escrito mucha literatura sobre ello, pero a día de hoy está más que demostrado que el ejercicio físico es uno de los tres pilares fundamentales para todo diabético junto a la alimentación y la insulina. Correr es bueno en todos los casos, incluso para los diabéticos del tipo uno”. Así de rotundo se muestra Jaume Picazos, atleta diabético, entrenador de atletismo y encargado del Club Diatlétic. Y es que el debate sobre la compatibilidad del deporte y la diabetes ha estado encima de la mesa durante mucho tiempo, aunque actualmente la abundancia de información y los estudios realizados han confirmado que la actividad física tiene efectos positivos sobre los diabéticos. La diabetes es un trastorno metabólico incurable con la que muchas personas conviven a lo largo de su vida. Se caracteriza por un funcionamiento vago del páncreas que repercute en una escasa producción de insulina y

en un aumento de los niveles de glucosa en sangre. Existen dos tipos de diabéticos: • Tipo uno: es una diabetes que suele detectarse a temprana edad (hasta los treinta años). En este caso el páncreas ha dejado de funcionar y, por tanto, la producción de la hormona insulina es prácticamente inexistente. Los pacientes dependen a menudo de dosis diarias de insulina. • Tipo dos: se detecta en etapas adultas de la persona y suele estar asociada a la obesidad. En este caso la producción de insulina es escasa aunque por lo general suficiente para llevar una vida normal, pero controlada. Es la diabetes que sufren nueve de cada diez pacientes según los últimos estudios. Aunque la actividad física en ningún caso curará una diabetes tipo 1, sí mejorará la calidad de vida de los pacientes. Incluso en los diabéticos de tipo uno hacer deporte puede repercutir en una reducción de la dosis de insulina necesaria, ya que al quemar más glucosa durante el ejercicio necesita en menor medida los efectos de la insulina.

En cualquier caso, el objetivo final siempre es mantener controlados los niveles de azúcar para no sufrir hipoglucemias, “que es lo que en el mundo del atletismo llamamos pájaras”. A los diabéticos del tipo dos siempre se les ha dado más libertad porque en todo momento guardan algo de azúcar en el organismo.

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