COCKTAIL DE PARIS En el 31 del bulevar del Temple han comido los defensores de la antigua canción francesa. Casi todos los abogados de ese resurgimiento pertenecen a la generación invernal de la guerra boer. El esfuerzo es conmovedor, pero inútil. Juventud, divino tesoro, ya se fué para no volver! Cuando quiero llorar no lloro, y a veces lloro sin querer! Creo que fué así como cantó Darío a su medio siglo en la elegía del retorno imposible. Y Lozano Casado: Corazón, ya somos viejos, ya va quedando tan lejos — 215 —