Cuando tomemos la decisión de cambiar el alimento, debemos hacerlo en forma gradual y progresiva, sustituyendo el 15% ó 20% del alimento anterior, cada dos días, de esta forma el animal será menos propenso a rechazarlo, y a sufrir de trastornos digestivos, como inapetencia y cólico. El equino tiene una gran capacidad para detectar las características del alimento através de sus labios, al punto de poder separar distintos granos del alimento aun en la oscuridad, su olfato también es muy desarrollado y le permite captar los cambios del alimento, por muy pequeños que sean. En el programa de alimentación para caballos estabulados debemos de ofrecer primero el forraje y después el alimento, así comerá más lento, lo cual lo beneficia. Cuando come muy rápido tiende a sufrir de
dilatación gástrica aguda, y sino es atendido a tiempo, puede sufrir complicaciones graves y morir. Un aspecto importante son las instalaciones en donde comen los caballos, tenemos que tener en cuenta de que sean aseadas e idóneas para un caballo, no cualquier perol o rincón son buenos para alimentarlos, el momento para comer tiene que ser agradable para el caballo y fácil para quien sirve el alimento. Es muy importante que el depósito del alimento, del pasto, y la fuente de agua garanticen su conservación, para ofrecer una alimentación libre de contaminaciones (excrementos de roedores, insectos, o de sustancias tóxicas.) Cuando hablamos de alimentar a un caballo, no parece tan complicado, pero cuando se trata de una población o rebaño, la tarea es ardua. Y si se trata de un Haras, las variantes aumentan (sementales, yeguas madres [vacías, preñadas, lactantes], winling, yearling ), pero a pesar de la complejidad de la población no podemos dejar de observar, y de buscar para que cada miembro del rebaño reciba la nutrición y la alimentación adecuada. Mi experiencia me lleva a decir: Manejar una población de ca-
ballos, es manejar un rebaño de individualidades; esta premisa nos hace comprender porque a un caballo le gusta el alimento mezclado con zanahorias, y a otro no. Por muy grande que sea la población, debemos procurar darle a nuestros caballos lo que ellos necesitan y como les gusta. -Los caballos están sometidos a distintos manejos y según sea el caso, variará la forma de alimentarlos, la estabulación permite un mejor control, pero el caballo pierde lo oportunidad de elegir el alimento, tenemos que ser cuidadoso y recordar que el caballo dedica casi el 60% de su tiempo en comer. Toma pequeñas bocanadas continuamente, procuraremos suministrarle continuamente forraje preferiblemente variado, el alimento se debe servir en tres raciones durante el día, con intervalos de 8 horas. Cuándo el manejo es semiestabulado, y el caballo tiene acceso a un pastizal, podrá moverse para elegir el forraje de agrado, facilitándonos su alimentación. Si el caso es de que el caballo está bajo un manejo a campo, tenemos que procurar que todos los integrantes de rebaño tengan la misma oportunidad de ingerir la cantidad de alimento requerida, debemos defender a los más débiles para que los más fuertes le permitan el acceso al alimento. Contar con la asesoría profesional para nutrir y alimentar a nuestro caballo es la mejor inversión que podemos hacer por él.
Artículo Científico 19