14 aprendizajes vitales

Page 87

consoladores del misterio de Dios, y a criticar sin acerbidad las posibles deformaciones de los “profesionales” de la religiosidad (sacerdotes, teólogos o profetas). Aquí el protagonista es un profeta llamado Jonás. Dios le habla un día y le da un encargo: Vete a Nínive y proclama en ella que, a causa de su maldad, va a ser destruida. Pero Jonás en vez de ir hacia el nordeste, donde está Nínive (la gran ciudad, enemiga emblemática del reino de Israel) se va hacia el oeste, al golfo de Cádiz. Va en un barco de paganos, que son muy buena gente. Dios hace caer una tempestad espantosa. Los marineros piensan que algún criminal debe de venir en la nave para que haya sobrevenido este desastre. Echan suertes y le toca a Jonás. éste confiesa que ha desobedecido a su Dios, y que el único modo de salvarse ellos es que lo arrojen a él al mar. Sintiéndolo de veras, los marineros lo echan por la borda, y Dios envía un pez que se lo trague y lo devuelva a tierra firme, vomitándolo después de tres días y tres noches. Entonces Dios tranquilamente, como si no hubiera pasado nada, le vuelve a decir: Levántate y vete a Nínive, la gran ciudad, y anuncia lo que yo te digo. Jonás ya, sin rechistar, fue para allá y proclamó: ¡Dentro de cuarenta días Nínive será arrasada! Los ninivitas creyeron a Dios e hicieron penitencia, desde el rey hasta las vacas y las ovejas. “Vio Dios sus obras y que se habían convertido de la mala vida y de sus acciones violentas, y se arrepintió de la catástrofe con que había amenazado a Nínive y no la ejecutó.” (Jonás 3, 10). En cambio Jonás sintió un disgusto enorme (porque lo que él había anunciado no se cumplía). Le rezó a Dios con enfado: “¡Ah Señor, ya me lo decía yo cuando estaba en mi tierra! Por algo me adelanté a huir a Tarsis, porque sé que eres un Dios compasivo, paciente y misericordioso, que te arrepientes de las amenazas (4, 2)”. Jonás había salido de la ciudad y se había instalado, haciéndose una choza, dispuesto a regodearse con el espectáculo de la destrucción de la ciudad enemiga y odiada. Pero Dios decidió gastarle una broma. Hizo crecer un ricino tan alto, que sobrepasaba a Jonás, dándole sombra en


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.