EL LENGUAJE DEL CUERPO, EL MOVIMIENTO Y SU VOZ: Reflexiones de -cuando las palabras no son suficientes Por: Dayrín Chávez “El silencio forzado se convierte en una hoguera de tan ardiente como es, el deseo de decir y la voluntad de alejarse de la impotencia, para restablecer la experiencia de la comunicación. Imposibilidad de decir y de callarse, cruel indecisión entre dos necesidades igual de poderosas, dolor que produce una tensión imposible de aliviar” David Le Breton (El Silencio)
Uno de los logros más importantes en la vida es “aprender a decir”. Como seres sociales nos conectamos con nuestro medio a partir de ello; necesitamos (innatamente) comunicar, significar, expresar y también callar. Ahora me pregunto, ¿En qué momento el decir se redujo a la palabra hablada?, ¿En qué momento pusimos el lenguaje verbal racional por sobre el lenguaje de nuestros cuerpos? ¿Dónde aprendí que lo que me dice mi cuerpo no es tan válido como lo que me dice la razón? A partir de reflexiones personales y de seres que me construyen continuamente voy hilando las causas y los efectos del sistema que condicionan mí cuerpo, la relación con el propio cuerpo y la relación que tengo cuerpo a cuerpo. En algunas culturas la relación con el propio cuerpo se considera una fuente legítima de placer y en otras, como la nuestra, está marcada por desvalorizaciones y tabúes , quiere decir entonces que percibimos y nos vinculamos con nuestro propio cuerpo por nuestros patrones culturales. Foto tomada de Artist Goddes Muse. https://goo.gl/1Nz1dD
En las culturas Amazónicas el cuerpo y el alma están estrechamente unidos y vinculados. No los conciben separados uno del otro, ni tampoco oponen uno al otro. No tienen pues, una concepción dualista o dicotómica del Ser humano. Villalba, Cristina y Álvarez Nacho (2011) “Cuerpos Políticos y Agencia: Reflexiones feministas sobre Cuerpo, Trabajo y Colonialidad”. España; Universidad de Granada.