LOS ORÍGENES DE LA FILOSOFÍA

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la precursora del análisis del lenguaje ordinario, al intentar determinar la significación de los términos morales buscando fijar un conjunto de rasgos o aspectos bien definidos del uso de un vocablo ético. Al acabar sus charlas, algunas veces, decía: "Estamos todos de acuerdo que, por ejemplo, el amor es. ... ? Es decir, se llegaba a una definición consensuada.

Sócrates se enorgullece de su madre, la comadrona del barrio, con la que se compara: si ella ayudaba a parir hijos, él enseñará a los hombres a "parir" ideas. La verdad no está en los libros ni la poseen los "sabios". La verdad está dentro de cada uno y nos pertenece a todos. La verdad es democrática y se encuentra por el consenso. De aquí, Sócrates, saca la idea de que hace falta enseñar a todo el mundo a encontrarla. Así surge el diálogo socrático, la Dialéctica:

Así de fácil: frente al relativismo de los sofistas, el acuerdo consensuado de los seguidores de Sócrates. La verdad pertenece a todos, no a un grupo de poder.

Primero propone una cuestión a los presentes: ¿qué es la ley, el amor, la justicia? Después, a base de preguntas, dudas y objeciones entre todos los presentes iba encadenando las respuestas hasta que conseguían llegar entre todos la formulación de un concepto que él llamaba definición. Por eso, Aristóteles considera a Sócrates el inventor de la inducción: de lo particular se llega a lo general. En la mayéutica podemos distinguir tres momentos:

Sócrates, "inventor" de la ética Una vez ha conseguido un método de trabajo, Sócrates ya puede devolver a Atenas la fe en unos valores que pertenecen a todos. Pero de todos los posibles valores, él sólo está interesado por los valores éticos, es decir, los que contribuyen a guiar la conducta moral humana. La moral socrática se reduce a la idea de que lo importante es obrar justa y rectamente, y esa moral absoluta se identifica con la divinidad. Estos valores son entidades suprahumanas, con existencia propia y que tienen resonancia en el interior de cada uno de nosotros (innatismo).

1. Ironía. Algunos sofistas y sus discípulos son unos sabihondos petulantes que discuten sobre todo y, además, con ganas de controversia, porque están entrenados para ganar cualquier tipo de discusión. Cuando Sócrates se encuentra con alguno de ellos parte de la famosa ignorancia socrática, "solo sé que no sé nada " y utiliza un tono irónico con la intención de ridiculizar e igualar a los "creídos y engreídos". Es como si les dijera: "aquí no se viene a dar lecciones sino a participar, porque nadie es sabio en temas éticos" La ignorancia socrática es el comienzo de la sabiduría en cuanto que obliga al hombre a verse a sí mismo como problema y buscar su propia perfección moral. Sócrates, en boca del oráculo de Delfos, era el "más sabio de los hombres" porque reconocía sus limitaciones, su ignorancia.

La ética socrática se basa en conocer estas verdades. Quien las conoce, jamás puede obrar mal, pues quien hace el mal no es por malicia sino por ignorancia. Y lo explica de una manera muy coherente: Quien sabe y conoce qué es el Bien, se dará cuenta que le sale a cuenta practicarlo porque le conducirá a la felicidad, (intelectualismo moral). Esta es la famosa ecuación socrática19:

2. Diálogo: Cuando los presentes reconocen su ignorancia, comienza la segunda parte: buscar entre todos la verdad. Para ello, Sócrates utiliza un método de preguntas y respuestas. Muchas de sus conversaciones empiezan con una pregunta que aparentemente es sencilla: "¿Alguien sabe qué es la belleza / el amor / la libertad, etc.?"

La verdad nos hace virtuosos porque nos proporciona la felicidad.

Esta es la primera formulación del llamado "optimismo antropológico": no hay hombres malos, sino ignorantes. 19

Sócrates establece una ecuación lógica entre: verdad = a virtud = a felicidad

3. Definición consensuada o conclusión: la dialéctica socrática es

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