Discipulado completo

Page 113

Buyer: Senon Marquez (senon.marquez@gmail.com) Transaction ID: 03V224802X871772C

9@ @=6FC AzG 7CAD@9HC 89@ 8=G7=DI@58C

primer sermón acerca de las palabras que dijo Jesús: “Es necesario nacer de nuevo”. Para mi conmoción y sorpresa, todas las sesenta y cinco personas decidieron entregar su vida a Jesús. Sin importar las razones que tuvieran para hacerlo o que tal vez la costumbre de la comunidad tribal era que la decisión incluía a todos o a ninguno, en ese momento me quedé abrumado, asombrado de que Dios me amara lo suficiente como para utilizarme de verdad. Hoy, gracias a algunos escritores creativos, sabemos que hay varios “lenguajes del amor”. Dios habló mi lenguaje del amor ese día. Fue el descubrimiento de que él me encontró útil. Y nunca me he recobrado. Ese día, la fuerza del amor de Dios me transformó. Cuando Jesús pronunció su primer nuevo mandamiento, el que es más que una ampliación de la ley, dijo a sus seguidores que se amaran unos a otros como él los había amado: “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros” (Juan 13:34-35). Analicemos por separado esto versículos para entender lo que significa ser transformados de tal manera, que podamos amar como Jesús nos amó. “Un mandamiento nuevo os doy”. Ese mandamiento eleva los límites del amor. Va más allá de “Haz a otros como quieres que ellos hagan contigo”. Significa más que volver la otra mejilla, perdonar a alguien que te hirió, o bendecir a quienes te maldicen. Jesús pide hacer lo imposible: amar a otra gente hasta que ellos “lo entiendan”. Hace unos años, mi esposa Jane y yo asistimos a un seminario cuya meta era revelar a los participantes lo que en realidad creían y cómo se comportaban en verdad. A través de una serie de ejercicios de conducta administrados durante cuatro días agotadores, de verdad lo aprendí. Un ejercicio en particular me impactó. Después de pasar dos días conociendo a los cincuenta y cuatro participantes, se nos pidió que nos evaluáramos unos a otros. El moderador nos ordenó ir con cada persona y llamarla por su nombre. Si no podíamos recordar el nombre, debíamos decir “Lo siento, pero no me interesas lo suficiente como para aprender tu nombre”. Mientras que algunos se sabían todos los nombres, o la mayor parte de ellos, yo apenas conocía uno de cada cuatro. Por supuesto que yo no supe por adelantado que ganaría algo conociendo sus nombres, así que el verdadero Bill decidió no hacer ese esfuerzo. El ejercicio concluyó con la orden de que cada uno de nosotros dijera a la otra persona si nos había impresionado como un “dador” o como “recibidor” basándonos en nuestra interacción de los primeros dos días. Después del ejercicio, el instructor nos sentó en sillas colocadas en forma de U, con la persona que todos percibimos como la más entregada en el asiento 1, y

-(


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.