Revista ciencia enero febrero 2014

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CiENCiAUANL

Desarrollan sistema de diagnóstico de cáncer cervical Pruebas como el papanicolau han sido efectivas para detectar el cáncer cérvico-uterino (CaCu), pero no las lesiones más tempranas y de alto riesgo (estadios an-

CIENCIA UANL / AÑO 17, No. 65, ENERO-FEBRERO 2014

teriores al desarrollo del mal). María de Lourdes Gutiérrez Xicoténcatl, del Departamento de Virus y Cáncer del Centro de Investigación sobre Enfermedades Infecciosas del Instituto Nacional de Salud Pública de Morelos, y su equipo desarrollan un sistema de diagnóstico oportuno, utilizando el suero sanguíneo que contiene los anticuerpos producidos por algunas mujeres con diferentes grados de daños. Más de 70% de estas lesiones tempranas son regresivas de manera espontánea y no requieren tratamiento; sin embargo, el reto es identificar a 30% de alto riesgo de progresión hacia el cáncer. Por ello, se requiere desarrollar técnicas de diagnóstico más sensibles y específicas para detectar esas lesiones de manera oportuna, para tratarlas y evitar el desarrollo de la enfermedad, explicó la investigadora integrante de la Academia Mexicana de Ciencias. El sistema de diagnóstico más avanzado, basado en la detección de ADN del VPH en células del cérvix, no ha bastado, porque no determina la existencia de una infección activa, ya que el virus puede estar en su forma latente sin generar ningún daño. Hasta ahora se han identificado al menos 15 tipos de virus de papiloma humano de alto riesgo, que incluyen el 16 y el 18%. El sistema utilizado en esta investigación se basa en la prueba ELISA (del inglés Enzyme Linked Immunosorbet Assay), que consiste en utilizar placas de 96 pozos en los que se pegan las proteínas virales E4 y E7 de VPH16. Después se ponen en contacto con los sueros de las infectadas que presentan alguna lesión en el cérvix uterino, lo cual dará una respuesta positiva para la presencia de anticuerpos contra las proteínas del VPH. Los anticuerpos del suero que queden absorbidos en la placa de 96 pozos, específi-

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(Foto: AMC / NIH )

Cuando estamos resfriados, el cerebro cambia su manera de trabajar con el objetivo de conservar y proteger el sentido del olfato, según reveló en un estudio la Northwestern Medicina de Chicago, Estados Unidos. Wu Keng Nei y sus colegas analizaron que cuando se tiene la nariz “tapada” y existe una «falta de información olfativa», el cerebro intenta compensarla. Durante una semana se examinó la evolución de catorce personas con las fosas nasales bloqueadas, quienes durante la noche respiraban normalmente. En esta investigación se observó en sus cerebros que cuando el olfato se atrofiaba (debido al catarro), se producía un aumento en la actividad de la corteza orbitofrontal y un descenso en la actividad de la corteza piriforme, ambas implicadas en la percepción de los olores. Cuando la congestión nasal desapareció, la actividad del cerebro volvió a cambiar y recuperó su estado normal. Con estos resultados podría decirse que nuestro órgano pensante “trabaja horas extra” para reponer el tiempo perdido cuando estamos enfermos. Por su parte, los científicos sugieren que posteriores investigaciones sobre este tema “pueden proporcionar nuevos conocimientos sobre qué hacer frente a este problema en un contexto crónico”. (Mayte Villasana) (Fuente: Muy Interesante)

imagen: www.a1260.com.mx

Tu cerebro trabaja más cuando te resfrías

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