par de escuchas... Aunque Baroness brillan incluso más cuando bajan un par de marchas. La instrumental ‘Fugue’ es un medio tiempo de cadencia casi funky que sirve de introducción a ‘Chlorine & Wine’, una de las composiciones más brillantes que hayan firmado nunca. Una balada con reminiscencias de los primeros Metallica que es absolutamente preciosa, épica y con un final de lo más emocionante. Un clásico desde ya. Casi igual de cautivadora resulta la otra balada, ‘If I Have To Wake Up (Would You Stop The Rain?)’, que cierra el disco con mucha clase. Es indudable que
de manera totalmente positiva. El primero le añade, además, con sus teclados un toque psicodélico, casi onírico, que encaja muy bien con el sentimiento del disco. El segundo es simplemente una bestia con tanta fuerza como polivalencia. El hecho de que pudieran girar con el grupo antes de entrar en el estudio sin duda les permitió desarrollar una verdadera química con Baizley y el guitarrista Peter Adams. Y ya que hablamos de ellos, no quiero dejar de destacar los magníficos solos que se han marcado. Cada vez que aparecen elevan las canciones a otro nivel, sonando eufóricos, triunfales, con una fluidez harmónica
“DESPLIEGAN SU APABULLANTE SONIDO DE ALMA STONER, MENTE PROGRESIVA, CORAZÓN HEAVY Y GARRA ROCKERA” los músicos involucrados poseen una gran técnica como instrumentistas, pero al contrario que Mastodon, un grupo con el que comparten muchas afinidades, Baroness no suenan como seres de otro mundo, sino que aparecen mucho más terrenales. A pesar de que la producción de Dave Fridmann (The Flaming Lips, Sleater Kinney) es de todo menos austera, su crudo sonido transmite un espíritu más punk. De igual modo, las incorporaciones de los dos nuevos componentes Nick Jost (bajo, teclados) y Sebastian Thompson (batería) también merecen valorarse
impecable y haciendo que cada nota importe. Es otro de los alicientes de un álbum que, a pesar de tener referencias en sus letras a sangre, heridas, tubos y pastillas, no te hunde en la miseria, sino más bien todo lo contrario. Si alguna lección puede extraerse de lo vivido por Baroness en los últimos años es que aquello de que ‘de algo horrible puede salir algo positivo’ puede ser más que una frase hecha. Contando los días para que llegue marzo y poder escuchar todo esto en directo. Se avecina una tormenta... eso sí, púrpura. DAVID GARCELL