Rock Salta Nº16

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- Yo soy bueno y no tengo ninguna necesidad. ¿Qué es bueno? ¿Tocar rápido? - No, que te salga lo que querés hacer. - Yo toco mis temas, grabé seis discos, cada tanto me voy a buscar un Gardel. Cada tanto me doy gustos personales como tocar con (Javier) Malosetti, con Pedro Aznar. ¿Qué es ser bueno? El año pasado grabé un disco con Fred Wesley, trombonista groso. Lo tengo ahí, inédito, para ver si lo hago con la Sony o con quién. Y el tipo es el mejor: trombonista de la banda de James Brown, viste. ¿Qué es ser bueno? Pasa que está lleno de paquetes que lo único que hacen es estudiar y no tienen nada que decir. En la música, en los medios, en todos lados. Hay poca gente que tenga nombre y apellido, que tenga algo para dar. Mucho gil de internet. Lo ponés en un escenario y se cagan todos, se fruncen. - Desde afuera, parecería que el jazz es un género de tipos que la descosen. - No, Malosetti la descose. Siempre fue un virtuoso. (Adrián) Iaies no es un virtuoso, toca tres notas. ¿Cuál es el criterio? Pasa que tenés que tener algo para decir. El problema en la música es ser alguien. Te vas a encontrar con un montón de gente, en Salta, en todos lados, que hablan mucho y no son nadie. Hacen demos, regalan discos. Nada. Para hacer alguien tenés que tener algo vos, una forma de expresarte, una forma de proceder, una honestidad en lo que hacés, tener una voz personal con tu instrumento, reconocible. - ¿Pensás que vos lo tenés? ¿Qué es lo que te destaca? - Yo creo que tengo eso. Yo grabé como treinta o cuarenta discos de rock. Y cuando me convocaban me decían “a vos te llamamos porque te gusta el rock, te gusta lo que hacemos”. Y yo trataba de hacer lo mejor posible en eso. Y si no decime otro trompetista de rock. Porque está muy bien lo que hace Hubo Lobo en Dancing Mood, a mí me encanta, lo conozco, es un capo. Pero, viste, yo tocaba con Divididos, con un volumen descomunal. Contaban cuatro y no quedaba nada. Si no pelabas te tenías que bajar del escenario. Son tres monos descosiéndola. El secreto es formarte vos como persona. Formar tu herramienta, que es toda tu integridad. Tu corazón, tu cabeza, tu cerebro, tu sensibilidad. - Sí, eso viene con muchos años. - Claro, y después, el tema del estudio. Bueno, lo que vos decías está muy bien. Si vos podés tocar lo que querés, está bien. Si no, más es hablar boludeces. Si vos podés tocar lo que querés, listo. Es lo mismo que si vos podés cogerte la mina que te gusta, ¿para qué querés otra? - También es conocer tus propias

limitaciones. - Sí, yo las conozco. - ¿Qué no te animás a hacer o ya intentaste y te diste cuenta de que no es lo tuyo? - Cosas tipo salsa, pero no me gustan, además. Me parece una música de barco, de crucero del amor. No me sale lo que no me gusta. Pasa que confunde, la trompeta. No se toman en cuenta las posibilidades estéticas de la trompeta. El arte es estética también. A mí vienen y me preguntan “¿y Arturo Sandoval?”. Arturo Sandoval es un músico cubano que toca salsa. Trompetistas de cualquier estilo. Es lo mismo que estar con el Flaco Spinetta y decirle “vos no cantás como Pavarotti”. No, loco, canto como Spinetta. Hago mis canciones, no tengo que cantar “Las bodas de Fígaro”. Pero vienen y me hacen preguntas trompetísticas a ese nivel. Como que vos sos trompetista y tenés que tocar cualquier poronga musical. Yo no lo hice, siempre hice jazz y rock. Una sola vez toqué con Ana Belén, pero no es lo mío. No soy un trompetista así, que los hay y son muy buenos, pero no tienen temas propios, no tienen un proyecto. ¿Me explico? Yo soy más spinetteano que pavarottiano. Pavarotti tampoco componía. Yo soy como un cantautor, toco con mi banda mis cosas. Cuando me invita una banda voy, pero mi repertorio es mis canciones. Ese es el asunto mío.

“Me he acostumbrado a laburar diariamente en radio desde el 92. Asegurándome una guita para no cargarle a la música esa responsabilidad.”

- Esto de las preguntas que te hacen está relacionado con la falta de difusión del género. No pasan jazz en la radio o en la tele. - No, porque son cosas instrumentales. Como no es difundida la música clásica, los grandes géneros. Lalo Schifrin es un músico increíble y tiene unos discos bárbaros, yo tengo varios de ellos, y no suena en ningún lado, salvo la música de Misión Imposible. Qué sé yo, (señala a la pared) ahí tenés un cuadro de Astor Piazzolla escrito en japonés. Astor tampoco suena. - Se lee y se escribe del tema más que lo que se escucha.

- Claro, no hay un apoyo real. A la gente la han deformado. Mucha culpa la tienen los medios en su carácter de tipos que son difusores de la música. Si vos difundís todo el día, no sé, reggaetón, a la gente finalmente le va a gustar el reggaetón. A mucha, no sé si a toda, pero a mucha. Solamente por familiaridad. Escuchaste la melodía, a la tercera vez la tarareás y después te bajás el disco. Nosotros no contamos con esa suerte. - De hecho, tus discos están descatalogados. - Sí, lo último que hice fue un compilado. Lo que pasa es que siempre los saqué yo. Entonces yo sacaba este disco, el disco 1, lo vendía y grababa el 2. Esa era mi forma. No volvía a fabricar el 1. Iba financiando lo próximo con lo anterior. Cuando entro en Sony, en 2007, hago un arreglo por diez años y ahí ellos me compraron el catálogo anterior. Y ahí, en lugar de reeditar los cuatro discos, hicimos uno donde metí tres o cuatro temas de cada uno. Hice un pequeño laburito: a algunos los remastericé con Gustavo Gauvry. Pero bueno, así estamos. - Esa vinculación con el rock te benefició muchísimo. Tuviste mucha difusión y al mismo tiempo no es que sólo sos un invitado del género, en tu música también está. - Los del jazz me ven como muy rockero y los del rock me ven como muy jazzero. Me pasan esas dos cosas. - ¿Eso no provoca cierto rechazo del purista del jazz, que dice “no, Gillespi sale en la tele y por eso mete 600 personas”? - Qué sé yo, la verdad es que si hay 600 que vienen por la tele está todo bien. No puedo ponerme en la puerta del teatro a preguntar “¿vos venís por la tele? No entrás”. Son posturas caprichosas de gente envidiosa. El año que viene cumplo treinta años con la música. Tengo una lista de cien bandas con las que toqué. Ponerme a pensar en eso, en esas personas. Va a llegar un momento en que voy a estar con el bastón de PAMI y (pone voz de anciano indignado) “porque la gente que te iba a ver a vos era de la radio” (risas). ¿Es necesario eso? Te puedo pasar el link de una carta que escribió Astor Piazzolla donde decía que no era tango. Por gente como ésta que vos me mencionás. Es gente que no ha querido a nadie, boludo, no han querido a nadie. Por eso nos va como nos va. Spinetta, el último año de Luis Alberto, yo estuve con él, enfermo. El Flaco tenía un puñal clavado aparte de una enfermedad. Luis Alberto fue el gran genio de la música. El único día que sonaron sus temas fue cuando se murió. Hoy no lo pasa nadie, yo lo paso todos los días en mi programa. Hay una gran hipocresía y la gente es muy mala, muy dañina. No es que a Maradona lo destruyen, no hay

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