Catalogo - El corte Ingles - Bebe abril 2013

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que alivian al pequeño y mejoran mucho la piel.

Quitar los moquitos con un aspirador nasal

Con la dermatitis atópica la piel se vuelve muy seca, enrojecida y descamada y provoca un intenso picor. Es necesario utilizar cremas especiales para mitigar estas molestias, que mantengan la piel hidratada, y no alteren su PH. La dermatitis suele afectar a los pliegues de la piel (ingles, axilas, rodillas...), por eso se recomienda secarlos bien. La dermatitis atópica se puede complicar con problemas respiratorios o alergias, pero la mayoría de los bebés afectados van mejorando con el tiempo y hacia los tres años no queda ni rastro del problema.

Los moquitos son uno de los problemas más molestos para los bebés. Con mocos les cuesta comer, dormir, y hasta respirar. Hay que ingeniárselas para quitárselos, pues si no lo hacemos pueden infectarse, y esto provocará dolencias mayores, como otitis o sinusitis. Lo mejor es tener siempre a mano un aspirador nasal, los hay de diferentes tipos, según el mecanismo que utilicen, y en general son sencillos de utilizar y muy efectivos. Hay que utilizarlos con moderación, se suele recomendar unas tres veces al día. Si nos excedemos en su uso, podríamos lastimar la nariz del bebé, y causarle alguna heridita.

Los termómetros y la fiebre Cuando el bebé está caliente y se sospecha que tiene fiebre, lo mejor es ponerle el termómetro para confirmar su temperatura exacta. No siempre es fácil ponerle el termómetro a un bebé que está malito, pues seguramente esté inquieto, hay que intentar calmarlo y conseguir que aguante con el termómetro correctamente colocado hasta que suene el pitido que anuncia el fin de la medición. Si se le toma la temperatura en la axila es importante que el termómetro esté sobre la piel, sin tocar la ropa, y que el brazo esté doblado sobre el pecho, para que toda la zona de medición de la temperatura esté cubierta. Hay diferentes tipos de termómetro, según la zona del cuerpo donde miden la temperatura: orales, rectales o axilares. Todos son digitales, pues los de mercurio ser prohibieron porque son altamente contaminantes. En las siguientes páginas podrás comparar modelos diferentes y todos sus detalles. La temperatura media del organismo es de 37º, y está regulada por el hipotálamo, que se encuentra en el cerebro. Entre 37,5º y 37,9º se considera febrícula. A partir de 38º se considera fiebre. La fiebre es la forma que tiene el cuerpo para eliminar los virus, por lo tanto

no suele ser preocupante, salvo que el niño se encuentre molesto, suba a 40º o se acompañe de otros síntomas, como erupción, decaimiento del estado general del pequeño, o si la fiebre dura más de dos días; en estos casos la recomendación es llevar al niño al médico, para que lo valore y descarte que se trata de algo grave. También conviene ir al médico en cualquier caso si se trata de un bebé menor de 3 meses. O siempre que tengamos dudas, para quedarnos tranquilos. Los pediatras suelen recomendar comenzar a utilizar antitérmicos a partir de los 39º, los más utilizados son el paracetamol y el ibuprofeno. Las recomendaciones para acompañar la fiebre del bebé son hidratarle mucho, ofreciéndole agua

(si aún toma lactancia exclusiva ofreciéndole más el pecho), ponerle ropa fresquita (puede que si le quitamos toda la ropa se sienta incómodo, y es importante que el bebé esté tranquilo y lo más cómodo posible), y si la fiebre sube mucho, se le pueda dar un baño tibio (nunca con agua fría) o refrescarle con paños húmedos. Cuidar a un bebé que está malito puede ser cansado, requiere tener paciencia y estar muy pendiente de él, haciéndole compañía sin preocupaciones excesivas, sabiendo que en unos días volverá a estar bien.

Las tijeras, las uñas y los arañazos

Las uñas de los bebés son tan finitas que a veces parece que cortan como cuchillos. Además les crecen muy rápido y suele costar cortárselas. Hay que ser muy cuidadoso con ellas, para evitar que el bebé se arañe al tocarse la carita u otra parte del cuerpo. Se aconseja tener tijeras especiales para hacerle la manicura, que son planas y con los bordes redondeados. Si se le cortan después del baño, será más fácil, pues estarán más blanditas. A muchos niños no les gusta que les corten las uñas, habrá que hacerlo con paciencia y aprovechando los momentos en que estén más relajados, por ejemplo después del baño. Y si el bebé se resiste a pesar de todo, se puede esperar a que esté dormido para que la labor sea más sencilla.

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