¿Cómo te sentiste grabando el teaser? Fue heavy porque detrás de cada escena hay mucho aparataje y mucha gente. Es difícil. En cuanto a mi autocrítica, siento que me sale bastante espontáneo, pero todavía me falta estudiar. Finalmente vamos a rodar en mayo para que todo salga bien, y yo aprovechar de pulir mi personaje, para verme en pantalla y ver a la Coni. ¿Te sientes preparada para la fama que pueda llegar? La primera vez que conocí a Julio Milostich y Katty Kowaleczko fue en Plaza Ñuñoa en una sesión de fotos que tuvimos como “familia feliz”. Cuando me bajé del taxi y los vi de lejos, me dije: ¡en lo que me estoy metiendo! Evidentemente ya no voy a pasar piola, pero la verdad es que yo soy sencilla, me mantengo siempre igual. Ya he hecho cosas con las que se me podrían haber subido los humos pero por suerte no ha pasado, así que no creo que ahora cambie. ¿En qué etapa de la película están ahora? Ahora estamos en proceso de recaudación de fondos. Por un lado, a través de crowdfunding en la página idea.me, y por otro, llamando a todas las empresas. Nos gustaría mucho que los fondos salieran de la ciudad, porque no hay ninguna escena que no sea filmada acá. Sería muy bonito decir que pudimos descentralizar el cine. ¿Qué impacto crees que tendrá la película en nuestra ciudad? Para empezar, le puedes tapar la boca a todo Chile y demostrar que Concepción no es un pueblo. También creo que va a marcar un antes y un después por descentralizar el cine. Y en términos de contenido, creo que mucha gente se va a sentir identificada con el título y lo que representa; esa bipolaridad que nos caracteriza y que a veces no notamos, de andar con cierto humor según el tiempo. Somos tropiconce hasta de personalidad.
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“Sería muy bonito decir que pudimos descentralizar el cine”.